Sr. García .

Lo imposible: acuerdos PP-PSOE para grandes proyectos

CARTA DEL DIRECTOR ·

Llama la atención la dificultad para que actuaciones estratégicas en Málaga puedan tener el apoyo y respaldo de los dos grandes partidos

Manuel Castillo

Málaga

Domingo, 20 de noviembre 2022, 00:02

Hubo un tiempo en el que los dos grandes partidos eran capaces de superar la rivalidad para trabajar juntos con el objetivo de sacar adelante proyectos estratégicos para Málaga. Los líderes locales aparcaban sus diferencias políticas y planificaban estrategias conjuntas para superar obstáculos. Recuerdo, por ... ejemplo, el caso de la Ciudad de la Justicia y de encuentros diversos entre los populares Celia Villalobos y Joaquín Ramírez y los socialistas Luciano Alonso y Eduardo Martín Toval con la única idea de trabajar por Málaga. Luego, seguían tirándose los trastos a la cabeza públicamente, pero siempre conservaban un pequeño y sincero espacio para el consenso,

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Viene esto al caso porque desde hace tiempo se ha roto ese espíritu y resulta imposible que estos dos grandes partidos sean capaces de trabajar juntos, precisamente cuando vivimos una etapa en la que se deben afrontar actuaciones de infraestructuras claves para el futuro de la provincia.

El caso del Plan Litoral de Málaga es un buen ejemplo. Da la impresión de que si Francisco de la Torre presenta un plan para soterrar el Paseo de los Curas y Muelle Heredia y para construir dos grandes estaciones de transporte en la Plaza de la Marina y Vialia el líder de la oposición siente la necesidad de ponerse en contra y plantear una alternativa diferente. Y en este sentido, las dos partes son culpables. El alcalde, por no hacer partícipe de la propuesta con anterioridad al PSOE, y Dani Pérez, por no ser capaz de ofrecer su apoyo pese a esa falta de consideración del PP. Al final, unos y otros gestionan en clave de rentabilidad electoral. Puede parecer razonable y lógico, pero siempre son precisas las excepciones.

Y en clave local, hemos asistido esta semana a un nuevo episodio de las contradicciones del PSOE con el proyecto de la torre del Puerto en el dique de Levante. El ministro Miquel Iceta vino a Málaga y de forma implícita respaldó el proyecto al asegurar que el Ministerio de Cultura no se opondría al mismo, que no existía expolio visual. Estas declaraciones de Iceta enfadaron al PSOE malagueño, que puso en marcha una operación exprés para intentar suavizar o matizar esas palabras del ministro. Pero Iceta dijo lo que dijo.

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Lo más curioso de todo esto es que el proyecto del hotel del Puerto fue impulsado por el propio PSOE, siendo presidente de la Autoridad Portuaria Paulino Plata. La presentación del proyecto estuvo respaldada por todos los altos cargos del PSOE en la provincia, incluido su entonces secretario general, Miguel Ángel Heredia.

El cambio de posición del PSOE, de la mano de Dani Pérez se debe, sobre todo, a la presión que desde diferentes grupos se ha ejercido sobre el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga y por el hecho de creer que es un argumento que le puede hacer ganar votos frente a De la Torre. Probablemente, si Pérez llegara a la Alcaldía, difícilmente podría, como dijo en Twitter, impedir la construcción de este hotel. Y no sólo por cuestiones legales.

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Y es que los alcaldes y otros cargos políticos deben aprender a gestionar bajo presión. En Benalmádena, el alcalde Víctor Navas ha metido en el cajón el plan para peatonalizar la Avenida Antonio Machado porque no ha resistido las críticas de una minoría, lo cual va a perjudicar a la mayoría. Navas accedió a realizar una consulta popular y resulta que de un censo de 60.000 vecinos votaron en contra 400 y a favor 300. Es decir, ni siquiera llega al uno por ciento el rechazo vecinal. Es una evidencia que en este tipo de consultas sólo se movilizan los que están en contra y es complejo animar a la mayoría a participar, entre otras cosas porque confían en la gestión de sus políticos para tomar este tipo de decisiones.

Y habría multitud de ejemplos de decisiones políticas que se ven mediatizadas por las quejas de un sector minoritario. Por eso es tan importante la actitud coherente y firme de los políticos para seguir adelante con proyectos que consideren beneficiosos para su ciudad al margen de las movilizaciones o protestas minoritarias.

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La provincia de Málaga y también Andalucía necesita que los dos grandes partidos tomen conciencia de la necesidad de consensos. Resulta inconcebible que no haya una posición común sobre las infraestructuras necesarias para luchar por la sequía, sobre el tren del litoral hasta Estepona, sobre del desarrollo de la red de carreteras aún pendientes o sobre tantos y tantos proyectos.

Desde la ciudadanía se debe premiar la consecución de estos acuerdos y, al mismo tiempo, castigar cuando desde algún partido se actúe siempre a la contra por razones partidistas. Y al mismo tiempo hay que pedirles a los cargos públicos generosidad y lealtad institucional con sus adversarios, porque el que gobierna no puede aspirar a que todo se haga según su criterio y el que está en la oposición debe admitir, del mismo modo, que quien gobierna es el otro. Para que esto ocurra es necesaria altura de miras y políticos capaces de ver más allá de las próximas elecciones.

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