El IMEC por fin arranca

La ocasión lo merecía: por fin despega, con sus números y sus fechas y sus terrenos (como nos gusta a los periodistas) el proyecto de montar en Málaga el primer centro de diseño y ensamblaje de semiconductores que tendrá IMEC fuera de Bélgica. IMEC es, para entendernos, el laboratorio más importante del mundo que ofrece avances tecnológicos a los fabricantes de semiconductores. Y los semiconductores, por si no lo sabían, son la materia prima sobre la que se construye la revolución digital.

Después de dos años de negociaciones y trabajo 'sotto voce', era la hora de la puesta de largo del IMEC. Aunque más que eso, el acto convocado junto a la parcela que albergará el centro de microelectrónica parecía una boda: no menos de 200 invitados se congregaron en mitad de la ampliación del PTA, que a día de hoy es un paraje bastante inhóspito. La de codazos y carreras que se vieron esa mañana para salir en las fotos... Pero sin duda, el premio al adelantamiento ganador fue para la ministra de Hacienda y candidata a líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero, que ya que andaba ese día por Málaga por un acto del partido, decidió pasarse por allí y convocar lo que en la jerga periodística llamamos canutazo: unas declaraciones 'improvisadas' ante los medios. Y así, diez minutos antes de empezar el acto, Montero arrebató a los protagonistas oficiales del acto -entre ellos, a su colega el ministro de Transformación Digital- el privilegio de dar el titular del día. A saber: que traer el IMEC a Málaga costará 615 millones, que el Gobierno central pondrá 500 y que la idea es abrir en 2030. Es lo que tiene ser vicepresidenta primera del Gobierno.

Era el día de los políticos. Y mientras ellos acaparaban los flashes y los micros, varias personas que han sido claves para la llegada del IMEC a Málaga disfrutaban como espectadores del momento tan esperado. Personas como Ezequiel Navarro y su equipo de Innova IRV, que probablemente fueron los primeros en visualizar la posibilidad de que esto ocurriera en Málaga. O como Felipe Romera, director de Málaga TechPark, a quien se veía especialmente feliz. Él lo repite siempre que le preguntan por este tema: IMEC es lo más importante que le va a pasar a Málaga en mucho tiempo. Quizá leyendo que el centro de microchips tendrá 250 trabajadores alguien dirá que no es para tanto, pero es que el gran impacto va a ser indirecto: empresas proveedoras y clientes que querrán estar cerca, investigaciones conjuntas con la Universidad, 'startups'... y oportunidades maravillosas para nuestros jóvenes ingenieros. Ya han salido las dos primeras ofertas laborales para IMEC Málaga, por cierto.