Pista libre al futuro

Los vecinos de la zona este y el entorno del Guadalhorce, por citar sólo algunos, sucumben a diario a las caravanas en hora punta, porque nadie en el Gobierno ni en la Junta ha tenido la precaución de crear nuevos viales, o de propiciar medios de transporte alternativos. Por no hablar de los Cercanías, completamente saturados y con las vías al límite para los que tienen la suerte de disfrutarlo; inexistente y sin esperanzas de que llegue, para muchos grandes municipios.

En Málaga y la Costa, todo se hace cuando la presión ya es insoportable, y salvo honrosas excepciones, como la Hiperronda, se quedan pequeñas al poco tiempo de inaugurarlas y hay que empezar a pedir ampliaciones. En esta bendita tierra, meca para tantos que sueñan con vivir aquí, la realidad siempre supera a la estadística, y si se dimensiona como para dar servicio a un millón, es que habría sido necesario para dos o tres. Miren el metro, que ha sido llegar al Centro y ha necesitado un aumento de flota (también en este caso, sus gestores fueron previsores y encargaron los trenes con tiempo); y ya mismo habrá que comenzar a operar con dobles composiciones, sobre todo en las horas punta de los grandes eventos de la ciudad, como la Semana Santa.

Y en ésas estábamos, cuando el aeropuerto nos ha dado una alegría inesperada. De forma discreta, sin protagonismos, sus responsables han encargado a una de las grandes firmas del diseño aeronáutico, que no es otra que la malagueña Aertec, que planifique ya la ampliación de la terminal T3... Para la siguiente década (la de los años 30). El crecimiento de este último ejercicio ha sido brutal, y se cerrará por encima de los 21 millones de pasajeros; aunque todavía tiene margen de sobra hasta el límite de su capacidad actual, que es de 30 millones. En cualquier otro caso (carreteras, trenes, etc), se esperaría hasta que reventara y luego ya veremos, pero Aena no funciona así, y probablemente se deba a que es una sociedad mixta, y sus beneficios dependen de que las cosas funcionen. Al menos en lo que se refiere a nuestras conexiones aéreas, de las que nos sentimos tan orgullosos, Málaga tiene pista libre al futuro.