La hora de la zona Este

En el caso que nos ocupa, son tantos los 'expatriados' de la capital hacia Rincón de la Victoria y los núcleos de Vélez, que la estrecha ronda de circunvalación del municipio vecino no da para más. Ya he hablado otras veces de la expulsión de jóvenes familias malagueñas hacia el área metropolitana por los precios desorbitados en la capital, así que no me voy a detener en eso. Ahora, lo que hay que lograr es que esas personas puedan ir a sus trabajos sin desear cortarse las venas cada mañana.

En Diario SUR llevamos meses canalizando las quejas y frustraciones de ciudadanos y representantes institucionales acerca de esta situación injusta; también las propuestas de técnicos y políticos, que son básicamente las que se van a analizar oficialmente ahora por encargo del Gobierno. Por tanto, el mensaje ha llegado a donde tenía que llegar. Aunque sería injusto no citar aquí a los diputados socialistas, en particular a Nacho López, que son los que al final han convencido a los suyos en Madrid de que el problema ya es acuciante.

Asistimos al embrión de las posibles soluciones, en un proceso al que, por suerte para mí como profesional y para Málaga en general, he vivido ya muchas veces: estudio informativo, propuestas de solución, elección de la mejor alternativa, declaración de impacto ambiental, redacción del proyecto y ejecución. Si va todo bien, le auguro no menos de cinco años de tramitación, y luego las obras aparte, así que no hay ni un minuto que perder porque, para variar, ya vamos muy tarde.

Esta decisión tiene una segunda derivada. La solución a la zona Este no es sólo mejorar el tráfico, es necesario un transporte público de calidad y eficiente... Vamos, lo que viene siendo, que llegue el metro, cuyo éxito con la experiencia de las líneas 1 y 2 hasta el Centro está fuera de toda duda. Por lo tanto, la Consejería de Fomento ya está tardando en asumir los postulados de su Plan de Transporte Metropolitano y licitar los estudios para elegir la mejor opción de movilidad colectiva; para que los vecinos de El Palo y Rincón no tengan que depender del coche para todo. El Gobierno ha dado un paso largamente demandado; ahora le toca mover la siguiente ficha a la Junta.