A cada uno lo suyo

Gibraltar: las cosas en su sitio

Domingo, 25 de junio 2023, 02:00

En el nuevo régimen de Gibraltar, superado ya el Protocolo del Acuerdo sobre la retirada del Reino Unido de la Unión Europea (UE), la colonia pretende seguir disfrutando de la unión aduanera y de la libre circulación en el espacio Schengen. España, por su parte, ... sin perjuicio de su legítima reivindicación sobre la soberanía sobre ese territorio, es natural que aspire a lograr una «zona de prosperidad compartida» integrada por Gibraltar y los municipios españoles del Campo de Gibraltar. A partir de estos supuestos objetivos comunes, la asimetría entre los dos territorios colindantes es muy acentuada. Gibraltar cuenta con indicadores de bienestar económico envidiables para su población, en contraste con sus vecinos españoles de la zona, que sufren un nivel de desempleo insoportable, con el añadido de que parte de la protección por desempleo es asumida por España en virtud del art 10.3 del Real Decreto-ley 38/2020, relativo al acceso a las prestaciones por desempleo de los ciudadanos de la UE que se desplazan diariamente a Gibraltar para realizar una actividad laboral y que mantienen la residencia en España. A Gibraltar no le parece importar la prosperidad de sus vecinos, pero la suya depende en gran parte de la mano de obra vecina, y de un cuestionable papel en la lucha contra el fraude fiscal y el blanqueo de capitales (ha sido incorporada a la lista de jurisdicciones sometidas a supervisión por el Grupo de Acción Global que lucha contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo) y la Comisión Europea la incluyó en la lista de territorios de alto riesgo en las citadas materias.

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El Tratado de Utrecht de 1713 (el 'trágala' de Felipe V ante los británicos para poner fin a la Guerra de Sucesión Española), en su artículo X establece que respecto a Gibraltar se cede la ciudad y el castillo (los británicos, con el tiempo, añadieron por 'el morro' el istmo y el espacio aéreo), no se permite la comunicación con el territorio español («se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra»). Gibraltar es una colonia y así se confirmó en la declaración como Crown Colony en 1830 y además, Naciones Unidas ha reiterado en varias resoluciones de la Asamblea General que nos encontramos ante un «territorio no autónomo». El Reino Unido está obligado a la descolonización de Gibraltar sin que puedan mantener la excusa de que los habitantes del Peñón no quieren dejar de ser colonia británica: no son un pueblo desde el punto de vista del Derecho Internacional a los efectos de un supuesto derecho a la autodeterminación.

Pero están muy cerca de nosotros, y lo del Brexit les ha situado en una posición complicada. Ahora es el momento, en el marco de las mencionadas negociaciones del Reino Unido y España, para, a corto plazo, mejorar la economía del Campo de Gibraltar, y a largo plazo, poner fin de forma civilizada a este anacronismo histórico que dura ya demasiado tiempo.

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