Mientras el volcán de Cumbre Vieja en La Palma sigue atronando y arrojando nubes de ceniza y lava, se empieza a dibujar el futuro de la isla: desde el riesgo total hasta las oportunidades de futuro. La vida en la isla va a cambiar. La ... masa ardiente que ha arrasado 900 hectáreas de las 70.000 que componen la isla se ha llevado por delante más de mil edificios y una buena parte de su bello paisaje ha desaparecido. Cientos de familias han perdido absolutamente todo. El pasado y el presente de muchos palmeros han quedado borrados. Pero el futuro es suyo. ¿Por qué? Porque después de esta gran erupción, los suelos resultan especialmente fértiles y acaban siendo con el tiempo excelentes para la agricultura. Por la experiencia con otros volcanes, como el vecino Teneguía, que entró en erupción en 1971, los expertos ya saben que el paisaje cambiará a un terreno negro, irregular, en descenso hasta el mar, pero se ha demostrado que las viñas arraigan con fuerza en el lapilli, un material que arroja el volcán y que mantiene la humedad.
Publicidad
Además, la necesidad de renovar las infraestructuras destrozadas por lo sucedido puede servir de estímulo para diseñar carreteras con fórmulas más operativas. Tampoco está lejana una innovadora reordenación urbanística que dé respuesta a las necesidades de la población sobre la situación de las viviendas y los equipamientos, como colegios, polideportivos o centros de atención primaria.
Ese futuro tendrá que alumbrarse con enormes aportaciones económicas de las administraciones central y autonómica, pero abrirá nuevas opciones para jóvenes y emprendedores en las distintas tareas de la reconstrucción y también de los nuevos usos. El futuro turístico de La Palma podrá reinventarse en línea con las últimas tendencias. Sin descartar la modernización de las tareas agrícolas, en donde las nuevas tecnologías y las energías renovable se situarán en lugar preferente.
La declaración de zona catastrófica que realizó el Consejo de Ministros el 28 de septiembre garantizó las primeras ayudas para la adquisición de viviendas para los que se habían quedado absolutamente sin nada. A partir de ahí, los frutos que coseche la enorme financiación que precisará la recuperación de La Palma podrían servir como un referente de la innovación. Del desastre originado por el volcán de La Palma cabe esperar que se produzca un cambio interesante para sus 84.000 habitantes. Todo ello sin perder de vista lo irrecuperable, pues el magma ha sepultado los detalles más íntimos de toda una vida para seis mil personas. Esperemos que del desastre surja el impulso hacia adelante.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.