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Mientras el volcán de Cumbre Vieja en La Palma sigue atronando y arrojando nubes de ceniza y lava, se empieza a dibujar el futuro de la isla: desde el riesgo total hasta las oportunidades de futuro. La vida en la isla va a cambiar. La ... masa ardiente que ha arrasado 900 hectáreas de las 70.000 que componen la isla se ha llevado por delante más de mil edificios y una buena parte de su bello paisaje ha desaparecido. Cientos de familias han perdido absolutamente todo. El pasado y el presente de muchos palmeros han quedado borrados. Pero el futuro es suyo. ¿Por qué? Porque después de esta gran erupción, los suelos resultan especialmente fértiles y acaban siendo con el tiempo excelentes para la agricultura. Por la experiencia con otros volcanes, como el vecino Teneguía, que entró en erupción en 1971, los expertos ya saben que el paisaje cambiará a un terreno negro, irregular, en descenso hasta el mar, pero se ha demostrado que las viñas arraigan con fuerza en el lapilli, un material que arroja el volcán y que mantiene la humedad.

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diariosur El futuro tras el volcán