Borrar

Estamos asistiendo en los últimos tiempos a la apertura y cierre de debates donde todo queda al final en fuego de artificios diseñados a la mayor gloria del postureo en las redes o en los medios. Por ejemplo, el racismo no se combate censurando la historia sino enseñando valores de igualdad y aplicando las leyes sin pestañear a los miserables que quieren linchar a unos inmigrantes por «miedo» al coronavirus pero que aplauden con las orejas que vengan turistas sin pruebas frente a ese virus.

Sin embargo, a los magos del mucho ruido y pocas nueces se les escapan las mejores. Sabrán ustedes que en el Congreso de los Diputados se ha constituido la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica con el loable objetivo de debatir las mejores soluciones para afrontar la crisis derivada del coronavirus. Pues bien, el pasado miércoles, en el grupo de trabajo de esta comisión dedicado a proponer las medidas de reactivación económica, sale adelante un texto, propuesto por Más País-Equo y con el respaldo del PSOE y Unidas Podemos, donde se pide condicionar las ayudas públicas a las empresas a que estas no repartan dividendos durante al menos dos años, que no operen en paraísos fiscales, que cumplan el Acuerdo climático de París, que cierren la brecha salarial entre hombres y mujeres y además se comprometan con la protección de la biodiversidad.

Coincidirán conmigo que todas son propuestas más que razonables, algunas derivadas de nuestro propio ordenamiento jurídico (las medioambientales y la de igualdad) y que en el caso de los límites a los dividendos y al inmoral recurso de los paraísos fiscales, es lo mínimo que se puede pedir a quien reclama dinero público (que sale de todos nuestros bolsillos) para salvar sus negocios. Además, estos límites ya están presente en nuestro derecho vigente para las empresas y entidades que pretendan acogerse a los ERTE regulados en el Real Decreto-ley 18/2020 (art 5). Y no deben considerarse el programa del Partido Bolchevique cuando los gobiernos de Dinamarca y de los Países Bajos las han implantado al igual que en el sector financiero muchas entidades de la zona euro han limitado o eliminado dividendos por recomendación del Banco Central Europeo.

Pero las oligarquías, que se creen por encima de todo y de todos (y que no cabe confundir con las empresas), son fuertes y doblan brazos en la defensa de sus intereses. El viernes donde dije digo, digo Diego. El PSOE (con el apoyo de Ciudadanos) elimina del texto final esas limitaciones tan sensatas y justas. Como dijo la diputada Inés Sabanés: «Qué fuerte».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur ¡Qué fuerte!