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Menos mal que está la FIFA… El ridículo patrio que se ha hecho no es chico. Hasta ayer, un porrón de días después del famoso 'piquito' de Rubiales (uno más de sus vergonzosos shows y excesos protagonizados por alguien fuera de sus casillas que olvidó ... que representaba a España), las instancias políticas y jurídicas que en teoría velan por el deporte español no dictaminaron sentencia, con un TAD que sorprende por la leve pena de 2 años de inhabilitación como castigo a lo acontecido en la final del Mundial femenino. Si lo de Rubiales es un despropósito, no lo es menos la lentitud del Consejo Superior de Deportes y la decisión del TAD, pero también es un despiporre lo que hay liado en torno a este asunto, que ya se escapa de las manos a no pocos.
Podemos en su versión más 'femi extrema' ha aprovechado el revuelo para intentar tapar aún más las vergüenzas de la absurda ley 'sólo sí es sí', con una Irene Montero (ministra de Igualdad en funciones) auténticamente desbocada, y Sumar no le va a la zaga. En esta plenitud del ridículo al que se puede desembocar cuando las cosas no se miden en su justa medida, la vergüenza de ver cómo los telediarios del pasado miércoles dedicaron el triple de espacio informativo al 'piquito' que a la reunión entre Sánchez y Feijóo en busca de una salida tras los resultados del 23-J, lo que dice mucho de la mala salud de un país que cada día está más sodomizado por 'esto no va conmigo'.
El 'caso Rubiales' nos deja también, qué casualidad, sin espacio en los informativos para las posibles concesiones a los independentistas, a los que jalean a los terroristas y a quienes buscan con su voto una amnistía que hoy por hoy es anticonstitucional. Se está negociando el futuro de España ¡con quienes quieren destruir España!, lo que es un dislate, lo haga quien lo haga. Nadie debería sentarse con quien ofende a la Jefatura del Estado de España y planta al Rey sin acudir a las consultas para decidir candidato a la investidura presidencial. El poder por el poder, sea quien sea el que lo consiga, no vale. Al principio dudaba de las opiniones que decían que el 'caso Rubiales' le vendría 'de fábula' a algunos… Ahora, ni lo dudo.
Además, parece claro que el Gobierno tiene gran parte de culpa del haber ayudado a crear al 'personaje Rubiales' porque nunca le pararon los pies pese a los muchos escándalos denunciados por su gestión. Todo en este asunto es difícil de entender, por eso menos mal que apareció la FIFA y mandó al vestuario a este siniestro personaje que hoy produce vergüenza ajena a casi todos, pero que a muchos ya nos la hacía pasar desde hace tiempo. La manipulación populista no tiene fin; al revés... Por todo lo dicho, y por esta nefasta gestión, ¡gracias FIFA!
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