Convocamos este 1º de Mayo para exigir a la patronal de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) subidas salariales, bajadas de precios y reparto ... de beneficios, también en Málaga.
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Ya no tienen excusas, cuando la pandemia golpeó a las empresas, el Gobierno de España puso a disposición de las empresas, de las comunidades autónomas y ayuntamientos grandes sumas millonarias de dinero para evitar la quiebra empresarial, y abonó a través de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs), los salarios de aquellas empresas afectadas. Más tarde, la guerra de Rusia contra Ucrania desbocó los precios de las materias primas energéticas y alimentarias, entre otras, impulsando una inflación coyuntural, a la que muchas grandes empresas tanto de la distribución alimentaria como energéticas aprovecharon para inflar más aún sus precios y obtener unos beneficios muy superiores a los que recibieron antes del año 2020. Ahora, con la subida de tipos de interés, los grandes beneficios se trasladan a la banca también.
El Producto Interior Bruto (PIB) en Málaga, que es todo lo que producimos la clase trabajadora, ha crecido un 7,7% en el año 2022, hasta situarse en niveles históricos.
Málaga está creciendo. Lo vemos en las exportaciones agroalimentarias, que son históricas, vendiendo las reservas de aceite y productos derivados a precios nunca vistos. La entrada de turistas y el aumento de ingresos por encima de la inflación son otro ejemplo de ello, los buenos resultados de las promotoras e inmobiliarias también, junto con el sector de automoción con ingresos récords. Junto a ello, se afirma con rotundidad por la clase política y empresarial que Málaga está de moda, en definitiva que Málaga crece. Pero para ser más preciso se debería decir que Málaga crece a dos velocidades: Unos ganando mucho, y muchos ganando muy poco, nada o perdiendo poder real de compra.
En nuestra provincia, las subidas salariales no acompañaron el crecimiento de su PIB, ni tampoco al aumento de la inflación, ni al aumento de ingresos empresariales, ni de los beneficios de estas. El crecimiento económico provincial no ha llegado a quienes son verdaderos motores de nuestra economía: la clase trabajadora y por cuenta propia.
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Por eso tenemos que hablar de la Málaga de dos velocidades. Las disputadas subidas salariales han llegado gracias a los acuerdos que solamente los sindicatos de clase y confederales hemos suscrito con el Gobierno de España. Subidas de los salarios mínimo interprofesionales, mejoras significativas de las mujeres asalariadas que gracias a las auditorias retributivas mejoran sus retribuciones, gracias a una reforma laboral que está dando seguridad laboral en el empleo a decenas de miles de personas trabajadoras y subidas de las pensiones, según el incremento de precios al consumo. Mejoras que ahora toca defender para seguir construyendo un futuro de oportunidades. Importantes mejoras a las que el principal partido de la oposición se opone y amenaza con derogarlas cuando llegue al poder.
Para CCOO, es necesario que la riqueza generada por quienes trabajan y por las empresas llegue al conjunto de la población en términos de mejoras salariales y en término de impuestos, para posteriormente redistribuirlos según las necesidades de cada empresa y de cada persona.
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Desde nuestra organización sindical hemos contribuido siempre a forjar un país con derechos políticos, sociales y laborales. En este momento vamos a seguir construyendo futuro, defendiendo la plena igualdad entre mujeres y hombres, las subidas salariales mínimas, las mejoras de quienes trabajan en el ámbito familiar, las diferentes medidas contra la subida de precios, etc. Lo vamos a realizar con o contra quienes nos gobiernen, con o contra la patronal, porque no se pueden quedar atrás ni quienes trabajan por cuenta propia o ajena, ni quienes están en el desempleo, ni quienes son pensionistas, ni quienes necesiten de la solidaridad de toda la comunidad: personas en situación de dependencia.
Por eso es necesario fortalecer las políticas sociales y vincularlas a las políticas de empleo, ambas tienen que ir de la mano y no por separado. Unas políticas sociales que mientras ayudan a quienes más lo necesiten, impulsen y mejoren la empleabilidad de quienes buscan un empleo: La formación como herramienta imprescindible para sacar de la exclusión y la pobreza laboral a miles de malagueños y malagueñas. Por eso el reparto de la riqueza y de los beneficios empresariales también tienen que llegarles a ellos.
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