Expo, ruines y mezquinos

Dentro de la amplia y variada gama de palabras de nuestra riquísima lengua castellana encontramos las mejores definiciones para la fauna de personajes que, tras ... la decepción de no haber conseguido Málaga la Expo Internacional, han asomado la cabecita para alegrarse de lo que ha sido una mala noticia para todos. Para empezar Málaga se ha quedado sin una importante lluvia de millones de euros de inversión que se van a una Belgrado cuya comisión en París celebraba su triunfo antes (sic) de la votación final, pero además hubiera sido una nueva palanca de impulso en el despegue internacional de nuestra tierra. Alegrarse desde el donde sea o de la forma que sea porque Málaga haya perdido la Expo es la mayor definición de mezquindad, ruindad y vileza de quienes lo hacen, generalmente sectores o grupos muy bien localizados, y también muestra la ignorancia y bajeza de quienes utilizan este segundo puesto como crítica hacia una Alcaldía que hace un mes ha obtenido en las urnas (la verdadera 'red social', la que importa...) un respaldo mayoritario inapelable e indiscutible a la gestión de Francisco de la Torre. Grupos en los que ya sólo con su nombre insultan a Málaga muestran una extraña felicidad por 'su' victoria (sic), con la suma del populismo barato que sigue su camino de buscar la mediocridad general que le sirva como granero de votos. Málaga tiene que estar orgullosa del trabajo que ha realizado, y Andalucía, y España, aunque muchos echáramos de menos la presencia del tan viajero Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, para 'equilibrar' las gestiones que la primera ministra de Serbia, Ana Brnabić, llevaba realizando desde días antes en París.