El 'espíritu Picasso' sigue vivito y coleando

Pues bien, ese 'espíritu de Picasso' fluyó y sobrevoló libre, como era él, toda la tarde en el Palacio del Obispo, donde quedó parte del mismo desde 1992, cuando las celebérrimas exposiciones 'Picasso clásico' y 'Picasso primera mirada' (1994), el examen que como bien dijo John Golding (otro ilustre enamorado del artista y de su tierra natal) puso como «examen a Málaga» la familia Picasso antes de hacer realidad su deseo de que su ciudad natal contara con «el museo más mío y más familiar de cuantos haya en el mundo».

En la conversación entre Bernard Ruiz-Picasso y Javier Calleja, acto del Aula de Cultura de SUR, Fundación Unicaja y Cervezas Victoria, moderado en esta ocasión por Manolo Castillo, el niño Pablo y el gran artista Picasso juguetearon a su antojo y todo el ambiente estuvo preso de ese «no se sabe bien qué» que ha impregnado a Málaga desde hace dos décadas y que ha sido fundamental en la transformación de la capital malacitana de cabo a rabo. Porque Málaga es otra y en parte se debe a ese 'espíritu Picasso', a ese gancho del artista, además, lógico, de una buena gestión y de un trabajo ordenado y metódico, programado, incluso, que comenzó desde finales de los 90 del pasado siglo. Javier Calleja dijo (y Bernard asintió) que Picasso no se hubiera ido de la Málaga del XXI. Muchos pensamos lo mismo.

Es la gran diferencia de lo que teníamos a lo que tenemos, y lo dice un artista que triunfa en el mundo hoy, y que, de la mano del espíritu señalado, con Bernard Ruiz-Picasso y su esposa Almine inaugurará en junio una gran exposición con su obra en Londres. Es una muestra más del cambio, de lo que supuso y supone Picasso para Málaga ante el mundo, y que mañana lunes tendrá una referencia importante con la exposición que, comisariada por Carmen Giménez, se inaugura en el museo del que ella fue parte fundamental en su creación, 'Picasso. Materia y cuerpo', la misma que en septiembre viajará a la sede del Guggenheim de Bilbao. Por tanto, ese espíritu del genio sigue en Málaga, y cada vez amplía sus moradas... Curioso que el genio regresara a su tierra entrando por el Palacio del Obispo. Las cosas de la vida. Nadie, ni los más 'listos' pueden cargarse ese 'espíritu Picasso'.

Este próximo miércoles, en el Ateneo malagueño, a las 19 horas, tendrá lugar la segunda sesión del ciclo de conferencias Mujeres Malagueñas en la Historia, que cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial. En esta ocasión el personaje a tratar es la más que interesante figura de Teresa Azpiazu, que fue ni más ni menos que la primera mujer concejal de la historia del Ayuntamiento malacitano, concretamente en tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera, y que no se sabe bien por qué motivos (o sí, claro está, habida cuenta del habitual sectarismo que nos invade por todas las esquinas) ha permanecido en el mayor de los anonimatos, y nunca ninguna asociación o grupo feminista ha reivindicado su nombre para certamen, sede o edificio alguno. La conferencia será dictada por la abogada, escritora, miembro de la Academia Malagueña de Ciencias y ex concejala Araceli González, quien ha buceado en la historia de esta mujer, que fue maestra de profesión y que fue designada concejal a finales de su vida profesional, que ha escrito un libro que se titula precisamente 'Teresa Azpiazu. Pionera de la política en Málaga'.

Azpiazu fue elegida concejala del Ayuntamiento malacitano el 21 de abril de 1924, acaba de hacer ahora por tanto 99 años, siendo alcalde de Málaga el inolvidable médico y filántropo malagueño José Gálvez Ginachero. Profesora de la Normal de Maestras de Málaga, en 1914 fue designada directora de este centro, donde ejerció como tal hasta 1927, siendo una importante referencia de la docencia malagueña. Escritora conferenciante, investigadora, docente, feminista moderada, defendió con vehemencia el derecho de la mujer a ejercer en igualdad con los hombres cualquier actividad. Creó el denominado entonces 'Instituto de Anormales', (tal cual) en el que se impartían clases a niños sordos, mudos y ciegos sin posibilidades económicas, y se distinguió por su actividad cultural y social en la Málaga de la época, siendo condecorada con la Gran Cruz de Alfonso XII.

Araceli González, quien conoció la existencia de Teresa de Azpiazu a través de un artículo publicado en SUR por esa gran investigadora malagueña como es María Pepa Lara, ha realizado un trabajo muy brillante y es el primero que edita el Ayuntamiento en formato digital. Hay pocas fotografías y testimonios de la primera concejal malagueña, pero su vida fue apasionante en tanto estuvo dedicada a una frenética actividad de servicio a los demás. La presentación de Araceli en el Ateneo correrá a cargo de Miguel Tello, y la entrada es libre hasta completar aforo.

Terminamos hoy hablando de un compañero y amigo, un excelente profesional y mejor persona como es Jesús Hinojosa, y es que la Congregación de la Divina Pastora, en el cabildo general celebrado el pasado 25 de abril, se aprobó por aclamación concederle su medalla de oro cuando se cumplen, ni más ni menos, que tres décadas como vestidor de la Divina Pastora de las Almas. La entrega se realizará en el transcurso de la misa de Novena del próximo domingo 7 de mayo, a las 12 horas. Todo es poco para lo que se merece Jesús Hinojosa.

Mucha salud a todos y sean felices, que tenemos mucho.