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Golpe de dados

Esencia de verbena

Viernes, 8 de diciembre 2023, 01:00

Esencia de Verbena es España y, además, fue el título de una película, dirigida por el autor 'imperial' Ernesto Giménez Caballero, en el problemático 1930, ... cuando Ortega y Gasset desde su atalaya de 'El Sol' publicaba 'El error Berenguer', siendo, en realidad, el error de Alfonso XIII. He recordado el documental 'Esencia de verbena', mezcla de erotismo castizo -azucarillos, aguardiente y hélices del autogiro de La Cierva-, durante las dos semanas anteriores al acueducto constitucional, semanas en que Málaga se convirtió en la capital de las vanguardias literarias y plásticas de nuestro país, no ya por su alud de Museos, que a estas alturas son un clásico, sino porque el 25 de noviembre, en segunda función, tuve el buen tino de acudir al Teatro del Soho donde el actor Pedro Casablanc nos ofrecía un monólogo exterior de vértigos sonoros y se transformaba en Ramón Gómez de La Serna resucitando a otro Ramón no menos grande: Ramón María de Valle Inclán. Del esperpento a la greguería, y viceversa. Humor fino, grueso, diario de época, la mano blanca enguantada de los dos Ramones dirigiendo, desde el Kursaal, a un Madrid de Corte a Cheka, un Madrid donde la Gran Vía se hacía a trozos y trazos -eso se lo sabe al dedillo mi amigo Fernando Castillo-, donde la Tarántula Maldita «que tié la barriga como una guitarra» era una canción de vicetiples que se acariciaban las curvas y se refocilaban con los señorones de la fracasada Segunda Restauración, y lo hacían a través de tarántulas, mosquitos y pulgas, insectos curiosos volcados en piezas picantes que Moreno Torroba, en el caso de la arañita, convirtió en ópera. Pero a lo que vamos. Pedro Casablanc vibró fuera de su vibrato -por el que es famoso- mucho más grave y adusto, y es que este actorazo -muy bien acompañado por el pianista Mario Molina- canta, baila, se regodea con un monóculo sin vidrio, imita esa mano enguantada, y ya citada, de Gómez de La Serna en 'Esencia de verbena': la mano guía que también parodia la parodia hasta llegar a asombrosas caricaturas cuando imita el 'ceceo' del autor de 'Tirano Banderas' o salta sobre el piano de cola o tuerce el brazo amputado hasta extremos indecibles. Málaga también logró la capitalidad occidental, en una gloriosa segunda instancia, conmemorando el centenario de Revista de Occidente, sin apenas ayuda de la corte, salvo parte de sus prebostes, que sí acudieron y hablaron y dejaron su huella, su impronta, su magisterio: Fusi, Bonet, Gómez de Liaño, Bonilla, Amalia Iglesias, entre otros camaradas de excepción. Por ello les damos las gracias.

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