Fue el poeta británico Alexander Pope el que dijo la celebérrima frase de «Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios», que hoy viene a cuento para hablar de un tema polémico, los horarios e itinerarios de la Semana Santa de Málaga y ... su 'nuevo' recorrido oficial. Cuando en 2019 se decidió el cambio del histórico paso por Alameda, Larios y Granada de todas las cofradías se hizo con una magnífica intención y, no lo olvidemos, con el apoyo casi unánime de las hermandades malagueñas, y aunque nacía con la intención de ser algo definitivo, no era menos cierto que en la decisión subyacía una buena dosis de prueba... Era tan brutal el cambio que se necesitaba ver en su justa realidad, o sea en la calle. Ocurrió que hubo muchos problemas en el primer año (y único por cierto) con la denominada 'crisis de las vallas' (decisión de los responsables de la seguridad municipal y algo que se va a repetir, salvo que alguien en feliz intervención lo evite), alejando a la ciudadanía de las procesiones en un recorrido oficial mucho más largo que el anterior, lo que suponía una clara indefensión para los cofrades malagueños sin silla o asiento tribuna. El Martes Santo se cambió el criterio, y ahora, repito, parece que reincidiremos... Esperemos que no.
Tras aquel 2019, nadie, ni los más pesimistas, pudieron siquiera barruntar que no habría ni un nazareno en las calles en 2020 ni en 2021. Así las cosas, el tema del recorrido oficial quedó en un muy segundo plano, que ahora, con la vuelta a la 'extraña normalidad' de nuevo está sobre la mesa. ¿Y por qué? Pues porque a bastante gente no le gustó el experimento, así de claro. Es más, no son pocos los hermanos mayores que en su día votaron por este nuevo recorrido y que ahora reconocen que no lo harían, y el ejemplo lo tenemos en las enormes dificultades que ha habido para acordar unos horarios e itinerarios que, se quiera o no, a una parte cofrade local no satisfacen.
La pandemia aquí ha influido y mucho. El maldito bicho asesino nos ha llenado de muerte y dolor, y sigue pegando 'cornadas' a diestro y siniestro. El Covid sigue entrando por cualquier resquicio. Esos dos años, ese miedo al contagio, ese respeto a la enfermedad desconocida, ha dañado al mundo cofrade, sin duda, con el agravante de que ha habido cofradías que no han sabido sobreponerse y se han enrocado en sí mismas, con cierto afán endogámico muy peligroso, olvidándose de la calle. Se han dedicado más a lo de dentro que a lo de fuera, y la religiosidad popular es todo lo contrario, y si no consulten los textos de Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI o Francisco I. En Málaga hay cierta clase cofrade que confunde seriedad y orden con tristeza, aburrimiento y 'arrepentirse' por haber nacido. Mala cosa en una tradición, la de esta tierra, que vive del alboroto de la noche, del barroco, del pan de oro, de las curvas cinceladas con maestría, de la luz de las velas, el sonar de la música, el ruido de las calles, el crujir de los varales y del ambiente de alegría que estallará el Domingo de Ramos. Si en los comienzos de los 90 hubo una proliferación de ciertos sectores que querían cambiar todos los hábitos locales en la forma de procesionar y adorar a nuestros Cristos y nuestra Vírgenes, tras un evidente 'silencio', han vuelto al amparo del bicho, el causante de que muchos cofrades de base se hayan alejado de sus cofradías, porque algunas (las endogámicas) no han sabido salir a las calles a buscarlos. En este escenario llegan las ansiadas procesiones de 2022, y el nuevo itinerario oficial nos aparece con más dudas que nunca, acompañado de unos horarios cada vez menos del sur y más del norte. «La luz del sol no encaja con el pan de oro barroco», dijo un día el inolvidable Francisco Hermoso. Cierto. Ahora la polémica está ahí. Ha habido un sinfín de problemas para hacer los horarios e itinerarios, el Jueves Santo se cerró con enormes incógnitas y no son pocos los hermanos mayores que consideran que el nuevo recorrido oficial será en esta Semana Santa cuando pase, o no, su examen definitivo.
Tiempo al tiempo. Veamos que ocurre. Pero si errar es de humanos, perdonar es divino y rectificar es de sabios, no pasaría nada si se decide tras el 17 de abril que hay que cambiar lo cambiado. Nada pasará. Al revés. Y un aviso a las cofradías con falta de recursos humanos: analicen el por qué y busquen soluciones. No olvidemos que son muchos los cofrades de base a los que la crisis les ha afectado, que tienen problemas para pagar 'equis-no pocos' euros por salir en el cortejo...
Así, pues, el nuevo recorrido oficial, los nuevos horarios, se examinan este año. Es su prueba de fuego. Un veterano hermano mayor, que no está de acuerdo con los cambios, sin embargo fue contundente: «Somos muchos los que confiamos en la capacidad de gestión y diálogo del presidente de la Agrupación, Pablo Atencia. Seguro que si es necesario, cuando llegue el Lunes de Pascua, si la gente lo pide, decidirá capitanear el cambio de lo que se ha cambiado...». Creo que no se equivoca. Málaga sigue teniendo grandes cofradías y grandes cofrades. Los errores de unos pocos, que los hay, no pueden tapar los muchos méritos de una gran mayoría. El tiempo siempre da o quita razones.
No tiene nada que ver con lo dicho. Pero llamó la atención que en el estreno del documental 'Legionarias', en el Festival de Cine de Málaga (gran éxito su XXV aniversario, por cierto) una de sus protagonistas, Ana María Sena, dijo públicamente que se quedó prendada de La Legión viendo las procesiones del Jueves Santo y el paso del Cristo de la Buena Muerte (que por cierto vuelve a Carretería buscando ese amparo popular tan necesario para todos), y que de niña decidió ser legionaria. Dicho y hecho. Hoy es una de las protagonistas del citado documental, que en la mañana del viernes fue presentado en Diputación por los responsables de La Legión, Ministerio de Defensa, Iberdrola (patrocinador del corto), y la Asociación Nacional de Legionarios de Honor, con la presencia del presidente del organismo provincial, Francisco Salado. Tras el acto, los protagonistas y el director, Arturo Méndiz, visitaron al Cristo de Mena en Santo Domingo, en un acto muy emotivo. Por la tarde, la proyección fue un gran éxito, y es que en Málaga, Legión es sinónimo de afecto y comunión con todo el pueblo.
Nos vamos. Eso sí, rogándole al alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova, que 'guarde' al santo, porque fue sacar a San Francisco de Paula en el barrio de Viñagrande invocándole que lloviera (37 años después por una crisis de sequía) y casi nos ahogamos. El propio alcalde nos dio la clave: la última vez que lo sacaron en procesión extraordinaria le pusieron, como marca la tradición, dos bacalaos secos a sus pies, y este año como la cosa estaba tan mala, le pusieron tres... Ahora se entiende todo. Cuídense. Disfruten de la vida, y salud. Mucha salud. Lo demás se puede arreglar, incluso los itinerarios de Semana Santa, pero si se pierde la salud, señores, mala cosa...