Dormidos en los laureles
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A veces, no somos conscientes de la realidad... hasta que nos arrasa. Nos ocurre a todos. También a Susana Díaz y a los suyos. Dormidos en los laureles de su zona de confort, con su campaña electoral de perfil bajo en una Andalucía al ralentí. Treinta y seis años, con sus 13.342 amaneceres, uno tras otro, como en 'El día de la marmota'. Distintas caras, pero la misma gente, los mismos problemas de empleo, de sanidad, de educación; idénticas promesas, tantas sin cumplir. ¿Qué podría salir mal? Pero, como en la película de Bill Murray, un día, algo que parece imperceptible (o que no vemos) lo sacude todo. Es tan sólo un clic. La variable que altera la ecuación al completo.
El domingo despertó (o puede que no) en Sanlúcar. ¿Quizá fue eso? Era un anticipo y no se supo ver hasta más tarde. En el municipio gaditano, el 34% de la población votó al PSOE en 2015. Este 2 de diciembre, 18 personas decidieron dar la espantada. Ni fiesta de la democracia ni gaitas. Para fiesta, la mía, que el domingo es sagrado. Die-cio-cho. Ni presidentes, ni vocales ni suplentes se presentaron a dos mesas de un colegio. No se dio con nadie para abrir las urnas hasta las 10.20 horas. Una anécdota para el jajá-jijí. Hay que ver los andaluces (de Despeñaperros para arriba). Hay que ver los gaditanos (de Despeñaperros para abajo). Aún estábamos de guasa. ¿Qué es un retraso de dos horas en conocer los resultados electorales en la inmensidad de casi cuatro décadas de dominio socialista?
Pero lo que ocurrió en el colegio Guadalquivir era premonitorio. Tardaríamos en verlo. Mismo río, cien kilómetros más arriba, unos apoderados de Vox abucheaban a la candidata del PSOE cuando votaba en su barrio de Triana. «Susanita, que se te acaba el chollo». No sabíamos hasta qué punto. Otro chascarrillo para el anecdotario de la jornada. A esa hora, los de Santiago Abascal y su reconquista, eran para muchos una chaladura de unos cuantos, carne de chiste y 'meme', con ese líder galopando y sus siete-caballos-que-vienen-de-Bonanza, hablando de Isabel la Católica, «Andalucía por España» y Manolo Escobar a todo trapo en cada mitin. Qué risa todo mientras dormíamos.
El rictus se frunció a las 6 de la tarde. «Es la participación, estúpido». En ese mundo monótono donde siempre ocurre lo mismo, sólo votan los que quieren que algo cambie. Nuestros 18 de Sanlúcar, ni bajo amenaza de prisión de hasta un año y multas de 24 meses. Podía pasar de todo, pero sobrevino más realidad de la que esperábamos. Los sondeos no olfatearon a los 12 de Vox ni de lejos. Sólo la encuesta de 'Abc' siguió mejor el rastro a los «de extrema necesidad» y planteó un escenario que muchos no quisieron creer. Bah, exagerados.
La realidad vino de sopetón a las 21.59 de la noche y nos despertó de un guantazo. También a los de Sanlúcar, donde, por cierto, ganó Ciudadanos.
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