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Está claro que sólo los humanos pueden estropear lo que es divino... Hasta cierto punto, claro, porque todo se arregla cuando llega un día como el de hoy. Es Domingo de Ramos, y puede ser, va a ser un gran día. Y eso que hemos ... tenido una semana previa (no un final de Cuaresma, que la Cuaresma termina el Jueves Santo) a esta maravillosa jornada, posiblemente el día más esperado por los cofrades, grandes y pequeños, bastante movidita, pero que nos puede venir bien porque en esta vorágine diaria en la que esta Málaga exultante y de éxito está metida de lleno, igual de vez en cuando debemos aprender de los errores y frenar un poco y pensar...
Esto mismo lo decía hace unos días en el Mesón Santiago (punto de encuentro cofrade desde ya los lejanos tiempos en los que apenas había bares ni restaurantes abiertos a partir de las siete de la tarde en Málaga por las tardes en invierno) un ex hermano mayor nada sospechoso de estar en contra de nadie porque pocas personas más buenas que él hay en el mundo, pero que en atención a que era una reunión privada, mantendremos en el anonimato. Decía (lo rubrico), que habría que parar un poco, o como decía Di Stéfano, «bajar la pelota al césped», y darnos cuenta de que hay que pensar las cosas dos veces. Este Domingo de Ramos nos va a hacer olvidar todos los chascos, malos ratos e imágenes inadecuadas que hemos tenido que ver en estos últimos días, ante la 'normalidad' de quienes lo han permitido. Ocurre que en este país parece que nunca pasa nada se haga lo que se haga, pero sí... Sí, que pasa.
El estupor ha sido triple, tanto por ver a una casa hermandad de una cofradía señera, grande como pocas, liada en un anuncio de cerveza (de poco vale decir que en estos días lo quitarán; faltaría más ver al Cristo de la Expiración salir con una foto con ese fondo de plano...), como también por ver cámaras y platos cocinados a los pies de nuestros Cristos y de nuestras Vírgenes, porque oigan, tanto el Cristo de la Puente como la Virgen de la Paloma, estaban allí, como si fueran 'extras', y menos mal que no ocurrió con más sagrados titulares.
No me imagino yo a muchos cofrades de nuestra Semana Santa, precisamente felices escuchando al jurado decir eso de «este plato es una porquería» o «no vale usted un duro», o «qué bueno está esto» debajo de su Virgen o de su Cristo. Esto no es un parque de atracciones y lo que hay sobre los tronos es mucho más que lo que puede pensar cualquiera de quienes tuvieron la feliz idea (sic) de hacer el programa con semejante 'atrezzo'. Muchos cofrades han (hemos) sentido pudor y sorpresa y no pueden (podemos) entender cómo Paloma (en Estudiantes y Sepulcro al menos filmaron fuera de sus casas hermandad) lo ha permitido, aunque no se cocinara dentro (hubiese faltado más...). La cosa estaba tan fácil como la decisión que adoptaron otras dos hermandades a las que el concurso televisivo se dirigió inicialmente: Mena yEsperanza dijeron un 'no' como un castillo. Pensarán, «darían un buen dinero al menos, ¿no?». Pues que sepamos, apenas 1.000 euros. Como contrapartida daban 'publicidad', como si las cofradías necesitaran publicitarse... No pasa nada, pero no todo vale. Lo mismo que si llega una asociación animalista (la que sea) y protesta porque las palomas van a estar unas horas en una caja de cartón, pues vas, y desde donde tenga que ser, se le explica educadamente que todo va ser muy cuidadoso y pulcro, pero que no se les puede hacer caso porque se rompería una tradición de décadas.
¿Quieren que las 'alojemos' en una suite en el Larios, todas sueltas, y cuando pase la Virgen abramos las ventanas? Entiendo que la necesaria Ley de Bienestar Animal está para otras cosas. Por cierto, ¿qué ley aplicamos para las palomas que se están cargando nuestra catedral con sus corrosivos excrementos?... Sinceramente hemos perdido el norte, pero eso es lo que hay. Y no seguimos dando ejemplos relacionados con otros animales y su utilización por otras creencias, porque si no, nos metemos en un berenjenal...Total, que ha sido una semana movidita, en la que uno ha echado de menos y en falta la voz de la Agrupación de Cofradías, que tiene que estar, precisamente, para todas estas cosas. Miren, un programa de TVno se puede grabar con los sagrados titulares de una cofradía como extras, salvo que sea para el rezo de un rosario, un pregón o una misa. Miren, una casa hermandad no puede envolverse en publicidad más propia de feria que de cuaresma. Tenemos que cuidar nuestras tradiciones, y hacerlo porque así lo quieren Málaga y los malagueños.
Pero, repito, los malos ratos cofrades ya comenzaron a disiparse ayer por la mañana con ese Cautivo entregado a su barrio en una de las escenas más conmovedoras de las muchas que vamos a vivir. Todas se repiten, pero nunca son iguales. «Ya está el Cautivo en la calle», ha gritado Fernandito González, nuestro añorado compañero, y ha salido corriendo en busca de Antonio Garrido, que estaban terminando su Lámina Celestial para SUR y Fran Ruano lo espera como agua de mayo para meterlo en la maravillosa página, también celestial, que ha confeccionado. Y Jesús Saborido camina alborozado por los Horizontes Infinitos con Rafael Salcedo, Pepe Atencia, Paco Hermoso, Pepe París y Pepe Tirado a su lado, mientras Lola Carrera termina un nuevo diccionario cofrade malacitano porque aquí vale todo, incluso los términos y vocablos que nunca fueron nuestros, y más atrás iban Antonio Baena y Enrique Navarro, este último, todo hay que decirlo, algo enfadado por cierto.
Pero ya se escuchan los sones de la banda que dirige Perfecto Artola, que ha hecho un poema celestial, y mientras todo eso ocurre en los Horizontes Infinitos, aquí, mucho más cerca, niños y niñas van camino de Dos Aceras y Parras para acompañar a la Pollinica, y Juan Rosén colecciona pañuelos para mañana, y la tradición se renovará y se mantendrá firme pese a los tiempos y a las personas, porque «sí pasa algo», pasa que todo un pueblo se viste hoy de Domingo de Ramos, que eso es muy fuerte, y si no estrena se le caerán las manos, y estos Horizontes en papel mundano se echan también a la calle para disfrutar de un gran día, y saludar a Pepe Sánchez Rosso que habrá ido con Martín Sáenz y Gómez Raggio a tomar unos churritos en el Central que ya no existe aquí, pero sí en la memoria colectiva de una ciudadanía que revive momentos, personas, hechos y tradiciones y pide a voz en grito que sus herederos las cuidemos como hicieron ellos, y las mantengamos como oro en paño. Feliz Domingo de Ramos. Pelillos a la mar. Pero ojo, que lo difícil no es conseguir algo, sino mantener lo que sea.
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