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Dietario de la nueva normalidad

INTRUSO DEL NORTE ·

Que nadie alegue luego que desde la masa crítica no avisamos de esta triste realidad

Lunes, 31 de agosto 2020, 07:29

Lunes. Es seguir en la nada, en los contagios disparados, en esa tristeza de cosa congelada que tienen las guerras y las posguerras desde siempre. Simón se ríe con una mascarilla guarrindonga y, contradiciendo al poeta, también se aprende a morir. Y es una realidad que da jindama pero que está ahí, en eso que los cursis llaman el «nuevo paradigma».

Habrá que seguir arriba, bajando a comprar, paseando y seguir el ejemplo de Banderas, que ha mandado el maldito bicho a tomar por retambufa.

El Tito Miguel me lleva de vinos nocturnos. El Tito Miguel tiene una segunda residencia y anda leyendo una antología de tragedia griega en las calles que quedan abiertas en esto del toque de queda blandiblú, que es el que nos han impuesto y con el que habrá que lidiar hasta que haya vacuna o hasta que la epidemiología se revele como ciencia útil y no como asa de una maleta, que uno coge y otro suelta así, a conveniencia.

Martes. Y la Educación, claro, siempre la Educación marginada. Como si no fuera un arma cargada de futuro sobre la que hay que insistir. De momento, poco o nada se ha hecho para que las bombas víricas, que son los niños, puedan ir con seguridad a unas clases que nunca serán las mismas. Tampoco se ha invertido, y sé que lloran los profesores, y lloran de frustración.

Lloran con las vocaciones rotas y el silencio de Isabel Celaá, que es elocuente de lo que hablamos y criticamos en esta columna de hoy. Celaá no aparece, y vamos a tener a una de las generaciones peor preparadas, de aquí a que se congele la eternidad. Que nadie alegue luego que desde la masa crítica no avisamos de esta triste realidad.

Miércoles. Avisan de que para el finde habrá como un anticipo del otoño, este otoño que parece que será tan refractario a la esperanza. Será otoño en toda España menos aquí, en en el Paraíso. Boquea el pantano de La Viñuela. Las tierras están resecas de Manilva a Nerja y sólo falta la chispa adecuada

Jueves. Voy dándole vueltas y más vueltas a lo de Messi. Voy mirando los números de Messi pero noto que es el canallismo que le sobró a Maradona lo que pueda negarle el Parnaso al jugador de Rosario. Así de dura es la Historia del fútbol, qué le vamos a hacer.

Viernes. Bea Fanjul y Marcos Ondarra me llevan a cenar a un sitio de jóvenes, se les ve aire nuevo. Aire nuevo en la política y en los modos que han de imperar cuando cambien los cromos y sea otra generación la que pilote nuestros destinos. Fanjul me regala un habano que no sé cómo se fuma y dejo a medias.

Sábado y domingo. Nada nuevo bajo el sol. Leo a Delibes y me procuro una necesaria cura de sueño. A ver qué pasa.

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