Dietario marceño

Martes.-A este intruso le hacen la PCR, que da negativo, en una clínica que hay por un polígono industrial. Hay una metáfora clara entre dar negativo y pasar una ITV que caduca demasiado rápido. Conviene informarse lo justo sobre la pandemia, con antígenos o PCR, a riesgo de que nos quedemos sin horizontes.

Miércoles.-Para uno poco en la casa. Más bien se tira al sol y a la sombra. Hemos venido soñando con un tsunami en Málaga Este, y el psiquiatra no sabe valorar esta pesadilla, tan recurrente en el duermevela. Para luchar contra los malos sueños, cojo el último libro de Jorge Bustos, y viajo por la Mancha calentorra del Quijote y de Azorín, y por la civilizada Francia atlántica. Se me vienen deseos irrefrenables de viajar. Salir. La casa viene dándome una sensación de cárcel que me altera los pulsos.

Jueves.-Un buen amigo va a sucederme en la oficina. Tiene lecturas, y un cerebro que no casa con sus pocos años. Es un hedonista templado Santiago Molina, mitad axárquico, mitad francés. La vida, a veces, tiene estas carambolas que quizá sea la máxima expresión de la justicia poética.

Viernes.-Es el Día del Padre y los huérfanos llevamos una cara de palo evidente. No es un día más, pero tampoco un día menos. Hace malo, pero aun así me llevo una lata a un parque cercano a ver a las criaturas, a los progenitores y a plantearme que ya va tocando.

Sábado.-En Madrid se han concentrado los niñatos, de nuevo, para pedir la libertad del ripioso Pablo Hasél. No, no es el mayo francés y su intelectualidad, sino la carne del populismo la que se queja de que no haya -a su parecer- libertad de expresión. Con estos mimbres, ay, habrá que hacer país. Y acometer la recuperación y toda la pesca que dice Moncloa.

Domingo.-Vuelve la ansiedad. Los despertares anticipados de la primavera. En Benajarafe cae nieve 'on the rocks' y yo quiero que llegue la calor. Antes del cambio climático, por estas fechas, ya nos estábamos remojando en la playa del Murito. Extraño otros marzos parecidos a éste. Hay que sacarle el jugo a marzo, que es un mes que está sin estar. Como las personas que guardan los peores secretos.