Días malos
INTRUSO DEL NORTE ·
Otra mañana trágica, de las que nos hacen replantearnos para qué levantarnosSecciones
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INTRUSO DEL NORTE ·
Otra mañana trágica, de las que nos hacen replantearnos para qué levantarnosHa llegado la muerte a Málaga. De mañana. Después de los momentos más oscuros y que aún no se han superado del todo, tenemos un ... joven atropellado, con esa edad cuando todo está por estrenar. Ya decían los psicólogos que después de la pandemia iban a salir a relucir los peores traumas del ser humano. Y ahí, una sirena, un forense, y alguien en la flor de la vida con el fundido a negro. La muerte no es el final, pero despertarnos de la peor pesadilla tampoco es esto. Otra mañana trágica, de las que nos hacen replantearnos para qué levantarnos, para qué seguir, para qué vivir y para qué todo.
Eurovisión.-No vi Eurovisión, porque para los de mi generación tiene la épica y la época de lo kitsch. Y sin embargo nos cae un tercer puesto que sabe a gloria, a glorias pretéritas del 'La, la, la' y Massiel en aquellos tiempos lejanos y felices. Aunque, aparte Eurovisión o darle a Italia hace unos años en los morros, es bien sabido que pintamos poco en Europa. Y sin embargo, entre las gestas del Madrid, las amables frikadas de Eurovisión y que puedan volver los Erasmus, estamos en el cogollito de una Europa que nos ha dejado ver sus entretelas. Su debilidad. Pero mientras, queda la sonrisa y esa nostalgia de cuando Eurovisión era una cosa seria que más o menos paraba un país. Un país mísero, pero un país al fin y al cabo.
San Isidro.-De repente España se ha puesto en fiestas. De repente han brotado no solo las amapolas, sino que los campos que había verdes han mudado la calor, que diría el poeta. El verano meteorológico siempre empieza con mi primera bajada de tensión, a los cuarenta días de mi santoral. Entonces yo ya sé que empieza la estación más cruel, que hay que dejar el libro o lo que se esté escribiendo y retornar al 'dolce far niente'. Vicios, claro, que tiene la nueva normalidad. Sofá, ventilador, y leer lo último de Jacinto Barriga, que dicen que es fetén en los forillos.
La segunda capital.-Lo llevo diciendo a los catalanes que no han caído en la enfermedad nacionalista, y me dan la razón. Hacer patria es esto: decir que Málaga es la capital del Mediterráneo latino, y que nos lo vayan comprando. En esto, como en todo, conviene que sí, que nos lo creamos. La coyuntura internacional, aun jodida, hasta nos puede ayudar. Todo es tan volátil que necesitamos certidumbres y no dudas, y muchos que me conocen y conocen lo que se cuece saben a qué me refiero.
Se hace impepinable esto: lo público y lo privado, de la mano de una vez por todas. Y es éste un desiderativo que suelo repetir en estas páginas cada dos meses, aproximadamente. Igual podemos ser la primera en el peligro de la modernidad. Ojalá.
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