La desbandá

No ha dejado de sonar en nuestros oídos, a lo largo de los años,la penosa destrucción de Guernica y sus víctimas. Sin embargo, no ha trascendido lo mismo la 'desbandá' malagueña , a pesar de haber sido muy superior en el número de víctimas. En puridad, esta ocultación se ha debido a la vergüenza que sufrieron ambos bandos. Por parte de la República (Largo Caballero) abandonó a su suerte a los malagueños, y respecto al bando franquista, por masacrar a un pueblo que huía, sumido en la indefensión, aquel siete de febrero de 1937.

Fue Arthur Koestler, escritor y corresponsal de guerra, quien se quedó en Málaga a la entrada de las tropas Nacionales, el qué propaló, ya en el año 37, en un libro titulado 'Spanish Testament', la huida por la carretera de Almería.

Hace escasos años, se volvió a imprimir , por ediciones del Genal: 'La Desbandá', obra del autor malagueño, Luis Melero, donde nos narra los acontecimientos acaecidos en la vida de los malagueños a través de los pasos y los ojos de un niño que pasa a convertirse en un hombre, sin serlo. La República, la guerra civil y la diáspora malagueña; a la entrada de las tropas rebeldes en el 37, le han robado la inocencia, le han robado la adolescencia. Desde que mata a un oficial rebelde, pasa a ser, del niño al que todos cuidan, a tomar el control de la familia, aunque siempre, bajo la autoridad de una madre, Paula, respetada por todos.

Si Hemingway es el autor, por excelencia, en alargar el momento en el escenario bélico en una novela como 'For whom the bells Toll' ('Por quién doblan las campanas'), Luis Melero lo será por la abundancia de acontecimientos ,narrados dentro de unos breves años , recorridos por las idas y venidas por la ciudad de Málaga de Mani, el protagonista ,que tan pronto está en la Goleta, como está en la Caleta o en La Isla, pidiendo consejo al sabio Chafarino. Se trata de un periodo muy sucinto de la historia de Málaga, pero que supuso un nuevo apocalipsis y la completa destrucción del rico patrimonio malagueño como lloran en la novela, desde el personaje histórico, que fue Cayetano Bolivar, al propio protagonista, Mani, o el Templao.

La novela tiene una fuerte reminiscencia de la casuística del novelista inglés Lawrence en su novela 'Sons and Lovers' ('Hijos y amantes') con el inicio precoz de Mani en el sexo o la todopoderosa y aristocrática madre, o su desgraciado matrimonio con un hombre de baja cuna.

El lenguaje es un derroche recopilatorio de las expresiones malagueñas más intimas del barrio del Perchel o del Molinillo; «estar al liquindoy», «una pechá», «tústá majarón», y un largo etc., que hacen un disfrute de novela, metiendo todos nuestros sentidos por las calles y los barrios por donde transita Mani. Y no sólo es la clase obrera, la que usa estas expresiones, sino que la propia Elena llega a tenerlas en su vocabulario, siendo como es, una rica aristócrata de la Caleta.

Si se ha valorado una novela, porque recoge expresiones coloquiales de un adolescente en la novelística norteamericana, ese es Salinger, en su novela 'Catcher in the Rye', traducida como 'El guardián del centeno'. Es indudable, que para nosotros ese mérito lo tiene 'La Desbandá', especialmente para los malagueños. Además, ha aderezado, como buen chef o degustador de los platos malagueños por excelencia, la pintarroja que prepara el Chafarino o el gazpachuelo, que tan  bien cocina Paula.

Pero la novela va girando en torno a una serie de misterios que se irán desvelando a través de las páginas. El primero, se nos muestra nada más abrir el libro. La mancha de la pared del convento; a partir de ahí, se entremezclan las distintas desapariciones de personajes, o los ataques continuos, en espera de revancha. Todo bien salpimentado con los acontecimientos históricos que se van desmoronando sobre los hombros de los personajes, y que transformarán toda una familia, toda una ciudad y todo un país.

Columbramos una gran novela que transcurre por escenarios y fechas históricas, de las que Luis se ha cebado con ingentes cantidades de documentos escritos e innumerables entrevistas. Todo ello queda reflejado en la retina porque se mueve como pez en el agua, dentro del momento y el escenario histórico. Y, por supuesto, el dédalo de calles y lugares emblemáticos malagueños para crear unos personajes, que con su fuerza, han montado un entramado de novela realmente absorbente, que deja tocado al lector y que culmina con los acontecimientos del 7 de febrero del 37 en la carretera de Almería.