Si el deporte no es limpio, no es deporte

Domingo, 19 de marzo 2023, 01:00

La Fiscalía ha presentado denuncia contra el Sr. Enríquez Negreira (EN), varios directivos del FC Barcelona (entre ellos, dos expresidentes) y el propio club deportivo. El Ministerio Público denuncia por un delito continuado de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, delito continuado de administración ... desleal y delito continuado de falsedad en documento mercantil. Todo arranca en las Diligencias de Investigación a raíz del informe de la AEAT en relación a EN y sus sociedades, actuación que a su vez deviene del intento del Barça de deducirse 900.000 euros con las facturas bajo sospecha de EN. La AEAT se pone mosca y requiere al FCB copia de las facturas y de los medios de pago utilizados, descripción de la naturaleza de los servicios prestados referidos al contenido de cada factura y su relación con la actividad de la entidad, el contrato de prestación de servicios entre el FCB y las sociedades de EN y el acuerdo adoptado para realizar las citadas contrataciones. Pero la cosa se pone fea para los implicados cuando los inspectores exigen la identificación de los profesionales que desarrollaron esos servicios y copia de los vídeos, documentos o informes en los que se concretaron los trabajos de asesoramiento específico; aquí el FCB tira la toalla y admite que no se había encontrado la documentación requerida. En total, los pagos realizados por el FCB a EN, desde el 2001 al 2018, superaron los 7,3 millones de euros.

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El Comité Técnico de Árbitros asume el funcionamiento del estamento arbitral nacional, y el Sr. EN, ex árbitro profesional de fútbol, fue Vicepresidente de este Comité entre 1993 y 2018. Por tanto, los pagos antes mencionados, tienen toda la pinta, como sospecha la Fiscalía, de ser la contraprestación a EN para que, a cambio de dinero, realizase actuaciones tendentes a favorecer al FCB en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el Club. Los jueces tendrán la última palabra.

Por desgracia, este no es el único caso de corrupción en el mundo del fútbol, pero adquiere especial relevancia al poner en duda la justicia de los resultados de las ediciones de la liga de fútbol de primera división del periodo investigado. Si a esto unimos las acusaciones de amaño de partidos y el opaco mercado de fichajes, se hace cada más necesario generalizar los códigos de buen gobierno y la transparencia en la gestión de las federaciones y de las entidades deportivas (ya sean club deportivos o sociedades anónimas deportivas). La corrupción en el fútbol (y en cualquier otro ámbito) se combate con sistemas internos y externos de fiscalización, pero sobre todo, con la transparencia. Esto me lleva a proponer que, sin perjuicio del art. 3 de la Ley 19/2013, de transparencia, procede una reforma legal para ampliar las obligaciones en la transparencia de la información prevista en el art 61 de la nueva Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del Deporte, a las entidades deportivas. Si el deporte no es limpio, no es deporte.

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