Una defensa del periodismo comprometido

Bienvenidos a su casa, porque SUR, ya lo saben, es la casa de todos los malagueños.

Y es su casa desde hace 81 años. Creo que no hay un producto en el mundo como un periódico que disfrute de tanta fidelidad. Ir cada mañana al quiosco para comprar el diario es, sépanlo, el mayor ejemplo de compromiso y fidelidad hacia SUR. Y nosotros, todos aquellos que hoy formamos parte de SUR y todos aquellos que han pasado a lo largo de su historia, estamos orgullosos de ello. Y les damos las gracias.

Es maravilloso pensar que un ejemplar del periódico les acompañe a diario en sus vidas, que esté en su salón, en su dormitorio, en el bar donde desayunan. También fue y es una magnífica herramienta para cubrir el suelo recién fregado, o para limpiar los cristales, para envolver el pescado, como dice ese famoso aforismo del periodismo. Para tantas y tantas cosas. Es paradójico y una buena metáfora que el papel de periódico sea el mejor para limpiar las ventanas, para dejar pasar la luz, para ver mejor lo que hay ahí fuera, para poder mirar la realidad sin que nada ni nadie la ensombrezca. Así somos los periódicos.

Es emocionante, insisto, ver cómo un periódico está ahí durante toda nuestra vida. Ese periódico en el que se publicó la noticia de su boda, el nacimiento de sus hijos o sus nietos. O ese recorte transmitido de padres a hijos con las noticias de algún hecho familiar relevante. O la pérdida de ese buen amigo. De esos buenos amigos. Y hoy, aquí, nos acordamos de Frías, de José Antonio Frías.

El periódico, y creo que en eso coincidimos, es el mejor compañero para desayunar. En casa o en una terraza mirando el mar, el mar de Málaga.

Allí, donde como dice el maestro Manuel Alcántara….

«Se revelan, inmortales,

las olas a cuerpo limpio».

Fíjense, yo suelo ir a desayunar cada mañana al centro, a la calle, para no perder el contacto con ella. Y compro el periódico en diferentes quioscos de la ciudad. Cada día en uno. Desde que volví a Málaga hace ya 7 años siempre voy al quiosco y le digo al quiosquero:

–Buenos días, ¿me da usted el periódico, por favor?

Y siempre me da SUR. Y no otro. Ese es mi mejor estudio de mercado. Y nuestro mayor orgullo.

Hoy esa magia de papel está en un código binario de unos y ceros en el entorno digital. Hoy las páginas de papel son pantallas del móvil. Es verdad que ese artilugio inteligente es como una prolongación de nuestro propio cuerpo. Hasta hace poco el cuerpo humano tenía 21 órganos, pero hoy tiene 22, el teléfono móvil. Sí, increíble, y al mismo tiempo inquietante.

Pero dentro de ese artefacto inteligente está el alma y el cuerpo de un periódico. Sus noticias, sus imágenes, sus vídeos. Su empeño por informar y su compromiso por la verdad.

Cuando ustedes vieron hace unos meses las informaciones, vídeos y fotografías de las inundaciones en Campillos, Teba, Ardales... la mayor tromba de agua de la historia de Málaga, sepan que esa madrugada y ese día había más de una veintena de periodistas y colaboradores de SUR por toda la provincia, algunos literalmente con el agua y el barro por las rodillas, buscando la noticia para contársela a los lectores. Y otros tantos en la redacción.

Ese, les puedo asegurar, es nuestro compromiso. Por eso, permítanme que me indigne cuando algunos dicen que la información debe ser gratis. La información, la buena información, cuesta mucho trabajo, mucho esfuerzo y mucho dinero.

SUR está hoy más que nunca dentro de su teléfono móvil, de su tableta, de su ordenador, de su televisión inteligente y, por supuesto, en las páginas de papel. A menudo, cuando paseo por la calle, me preguntan: Bueno, ¿y el periódico qué, cómo va?

Pues goza de una estupenda salud. A nuestros 81 años estamos empeñados en subir al Everest de la comunicación y alcanzar su cima. Y lo vamos hacer sin ayuda de oxigeno, sin dopaje, tan solo con la determinación de adaptarnos a las nuevas exigencias del mercado, a los nuevos hábitos de consumo de información, a los nuevos tiempos. Y ello por dos motivos:

Uno, por el extraordinario equipo de trabajo de SUR, sus periodistas, sus fotógrafos, sus administrativos, sus comerciales. Y también por el respaldo de un grupo como Vocento, independiente y comprometido con la verdad. Es un lujo, les aseguro, trabajar con la libertad con la que lo hacemos en la Redacción de SUR.

Y en segundo lugar, por todos ustedes y los miles de lectores que nos leen. Gracias a todos por estar ahí, pero también por su compromiso con la información de calidad. No vale todo, ni valen todos. No se dejen engañar. Busquen, comparen y, si encuentran algo mejor, léanlo.

Pensamos en el SUR de mañana, del próximo mes, pero también estamos empeñados en pensar y trabajar por el SUR de dentro de cinco años y por el SUR de dentro de otros 80 años.

Hoy SUR tiene más audiencia que nunca, a 120.000 lectores diarios de papel se suman los 300.000 lectores en Internet y nuestros cientos de miles de seguidores en redes como Facebook, Twitter o Instagram. Pero no nos conformamos con la cantidad. Nuestro objetivo real es satisfacer a los lectores de calidad, aquellos que buscan buena información, que son críticos, que nos exigen mejorar cada día, que no se conforman con cualquier cosa y que están dispuestos, como el primer día, a pagar por esa buena información.

Y en todos estos retos a los que los medios de comunicación nos enfrentamos hay varias ideas que me gustaría compartir con ustedes.

La sociedad de hoy necesita más que nunca medios de comunicación solventes, independientes y comprometidos con los valores del periodismo: el rigor, la veracidad, la pluralidad.

En estos tiempos del ruido, de la confusión, de 'fake news', es importante tener un medio en el que confiar. Y les puedo asegurar que SUR es de fiar.

Tengan la seguridad de que cada día nuestro objetivo es contar la realidad con ojos y corazón limpios. Y siempre con un espíritu crítico y exigente. Queremos contar la realidad sin maquillaje, sin vericuetos, simplemente contar lo que pasa, aunque esa realidad no nos guste o, incluso, no guste a muchos lectores.

Nuestra mochila está vacía de servidumbres, de compromisos, de complejos y de prejuicios. Nos podemos equivocar, por supuesto, pero siempre intentaremos contar la verdad, dando la cara, firmando con nuestros nombres y apellidos, abriendo las puertas y ventanas de SUR de par en par. Y les aseguro que, visto lo visto, no todo el mundo puede decir lo mismo. Ni todos los medios.

Estos días, sin ir más lejos, hemos vivido en Andalucía unas elecciones autonómicas que exigen de nosotros rigor, análisis, contexto, pluralidad e independencia. Sin apasionamientos. Partimos de la base de que los lectores son inteligentes y no necesitan que nadie, ni nosotros, reinterpretemos la realidad a nuestro gusto o a nuestro interés. Lo que necesitan es información veraz, opinión honesta y datos fiables que les permitan hacerse una idea propia de la realidad.

Somos plurales y no nos gustan los cordones sanitarios ideológicos. Igual que nos gusta ponernos frente al poder, también nos ponemos frente a los radicalismos. Tampoco nos gusta contemporizar. Las cosas son como son, aunque a veces no nos gusten. O no gusten al poder, sea político, económico o empresarial.

Somos un periódico independiente, que defiende la Constitución de 1978, la unidad de España y su sistema autonómico, y el modelo de Estado con su monarquía parlamentaria en un entorno europeísta. Defendemos la pluralidad ideológica, la igualdad real entre hombres y mujeres y los derechos humanos. Defendemos un país tolerante, solidario y sensible con los desfavorecidos, con los que menos tienen y con los que no tienen nada. Porque no se puede ser insensibles con los que vienen a España y Europa buscando un mundo mejor. Las migraciones son un drama y nunca daremos la espalda ni miraremos hacia otro lado. Estaremos vigilantes y dispuestos a no dar ni un paso atrás.

Queremos contribuir a construir una sociedad mejor, con mejores ciudades donde vivir, donde se valore el esfuerzo y el trabajo, donde se reconozca el éxito, la creación de empleo de calidad y el valor de los empresarios emprendedores. Empresas de calidad, con empleos de calidad y salarios de calidad. La precariedad sólo trae desigualdad.

Málaga y Andalucía necesitan más que nunca medios de comunicación comprometidos con el periodismo y con los valores de una sociedad más justa. Y SUR, con la ayuda de todos sus lectores, está decidido a defender estos principios y los intereses de Málaga y Andalucía.

Por eso SUR es el periódico de Málaga.

Y termino felicitando a los galardonados de esta noche…

Debéis saber que con vuestro trabajo y esfuerzo sois un ejemplo para todos nosotros y un referente en el que mirarnos. SUR está orgulloso de todos vosotros, pero puedo decir sin riesgo a equivocarme que Málaga está orgullosa de vosotros y os da la gracias.

Felicidades de todo corazón.

A Muelle Uno, una actuación fruto de un empeño empresarial obstinado y generoso para contribuir a la transformación de la ciudad de Málaga. La ciudad de hoy no se entendería sin el Muelle Uno y el Palmeral de las Sorpresas. Hoy me acuerdo de Miguel Rodríguez Ruiz, fundador del Grupo Myramar; allá donde esté seguro que se sentirá muy orgulloso. Con el Muelle Uno las empresas Myramar, Edipsa, Unicaja Banco y Malika se han ganado la gratitud de la ciudad. Felicidades. Y gracias.

Los supermercados Maskom son un ejemplo de cómo con un buen trabajo uno se puede hacer grande entre los grandes. El empresario Sergio Cuberos suma ya 54 tiendas y 720 empleos en un mundo hipercompetitivo. Seguro que su abuelo y su padre, que trabajó en el mercado de Atarazanas, están también orgullosos de sus logros. Enhorabuena.

El cirujano César Ramírez es una de esas personas grandes de corazón. A su prestigio como médico, ahora en el Hospital Quirón, se suma su inquietud por mejorar la medicina, por promover el conocimiento y, sobre todo, por llevar la solidaridad por medio mundo a través de su bisturí. Cerca de un millar de operaciones a través de Cirujanos en Acción en India, Ecuador, Liberia o Kenia. César, es un lujo tenerte en Málaga.

Alberto Díaz es la sangre malagueña del Unicaja de baloncesto masculino en la Liga ACB. Las grandes épocas del club malagueño siempre han coincidido con generaciones de malagueños en sus filas. Lo fue en la época de Curro Ávalos, Nacho Rodríguez y Dani Romero y más tarde en la gloriosa época de Carlos Cabezas y Berni Rodríguez. Hoy Alberto es uno de los líderes del Unicaja, sabe ya lo que es ganar títulos y vestir la camiseta de la selección española. Su defensa, su intensidad y sobre todo su actitud es la mejor enseñanza de valores para nuestros hijos y para todos los amantes del deporte.

Y Vanesa Martín, qué podemos decir de ella. La poesía de sus canciones es el mejor refugio para todos los que admiramos la belleza, la música, el talento, la sensibilidad y todas las mujeres que habitan en ella. Pasó de tocar con su guitarra en pequeños bares de Málaga y en nuestro añorado y desaparecido Onda Pasadena a llenar estadios de medio mundo. Pero Vanesa, si algo admiramos de ti es tu decisión de cantar lo que sientes y a vivir como quieres, porque no hay nada más mágico que luchar y trabajar por tus sueños.

Y hoy, en SUR, vivimos nuestro particular sueño. Ser la compañía cómplice de nuestros lectores y poder mirarle a los ojos, con la verdad por delante, con la convicción de que cada palabra, como las canciones de Vanesa Martín, no sólo salen del corazón, sino del compromiso ineludible de nuestro oficio, con nuestro bello oficio de periodistas de Málaga, de periodistas del SUR.