Borrar
Unos vecinos hablan sentados en unos bancos de una plaza en el barrio de Carranque. Migue Fernández
Una conversación curativa
Opinión

Una conversación curativa

Contra la desinformación y los bulos que criminalizan colectivos y estigmatizan zonas de la ciudad, la vacuna es el encuentro con los demás

Domingo, 6 de octubre 2024, 00:39

Salir de los lugares que se suelen frecuentar, encontrarse y ver a otros, escuchar, hablar, observar. Dejar el coche y caminar, callejear, perderse por los barrios. Por ésos que muchas veces dan malas noticias. O por aquéllos a los que sólo se presta atención cuando ... dan malas noticias. Ver de primera mano. Ser testigos de las vidas de los vecinos. Pero no sólo de los de la puerta de al lado o de quienes han nacido aquí y sus rasgos reflejan los nuestros como un espejo. No únicamente de quienes sentimos como nuestros semejantes porque desarrollan sus vidas en pisos con los mismos metros cuadrados, tienen trabajos parecidos a los nuestros, un salario equivalente, el mismo tipo de familias, aficiones parejas, costumbres idénticas o la misma manera de pasar las vacaciones. Ir a otro bar que no sea el de abajo. Hablar con otros que no sean aquéllos que nos acompañan siempre en el desayuno o en el café antes de volver al tajo. Encontrarse con los distintos. O con quienes a priori pensamos que son diferentes por su origen, su forma de vida o lo que ingresan cada mes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Una conversación curativa