El Congreso de los Diputados, lo que diga Junts

Domingo, 13 de agosto 2023, 02:00

El Diputado de Madrid del PP que pasó a ser proclamado tras el voto del CERA -que sigue siendo objeto de frustración y recurso- causó una situación menos feliz que en los pretéritos saltos ganadores de Sánchez en Ferraz en la noche del 23-J. ... Se quiera o no, celebrar una derrota atendiendo a recovecos clasificatorios que pasan por ceder lo que sea, es cuanto menos sorprendente y realmente desalentador. En tanto se constituyan las Cortes y se desvele a qué acuerdos se llega, ver danzar a unos y otros con declaraciones y «discretas conversaciones» es todo el espectáculo. Eso sí, algunos efectos colaterales pueden significar algo así como la ruptura total, si no ¿qué significa romper el acuerdo en Ceuta al grito de «con Feijóo no se pacta nada»? Aunque el PP se empeña en traer a escena ese PSOE de estado, moderado y constitucionalista que fue, lo cierto es que su recuerdo -o su fantasma- sólo aparece en los movimientos y declaraciones de sus viejos veteranos, a la vista está, sin el más mínimo poder de convicción e influencia para con el actual aparato y masa electoral. Lo cierto es que el implícito e infamante acuerdo buscado con Puigdemont, que todo lo sobrevuela -Referéndum de independencia y Amnistía-, habrá decepcionado a algunos, pero esta sensación de revés ni se oye ni se toca.

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No se puede esperar mucho de una organización política cuyo máximo dirigente permanece en calidad de prófugo de la justicia, lo más lejos posible del alcance de la ley. Ponerse en la piel de Junts pasa por intentar encontrar una cierta trayectoria ética -a su manera- y un comportamiento mínimamente airoso, por ello es difícil que sus seguidores no vean que, en este trance, se venden. La virtud y la dignidad -los indepes de Junts creerán tenerlas- puestas a la venta, no podrán mirarse al espejo. El comercio que significa la negociación con Sánchez para tragar con su presidencia contiene la decidida voluntad para violentar la Constitución y estudiar cómo puede ello disfrazarse. Previamente, el 17 de agosto, se sabe que un presidente del Congreso fuera del control de Pedro Sánchez abriría una puerta infinita para transitar por una situación que podría llevarnos, desde un gobierno de Feijóo, hasta unas nuevas elecciones. Queda por explorar si Junts, en su competencia con ERC, fuera capaz de no pactar para hacerse con una hipotética victoria catalana, o si estaría por dar un aviso a Sánchez para comprometer aún más su arrodillada entrega, absteniéndose en la votación de la Mesa del Congreso. De cualquier modo, antes que dar nada por hecho, y en el supuesto caso de que Bolaños, López o cualquier otro, sea elegido Presidente del Congreso, Alberto Núñez Feijóo deberá ser llamado para exponer ante la Cámara su programa, debatir con los grupos parlamentarios y someterse al voto de los Diputados. Son las normas y nada está servido hasta que llega. Para que una hipotética presidencia de Sánchez pueda al final irrumpir hay que esperar que se produzca un rechazo al candidato del PP. Y todo ello, amigos, está por ver y sólo el tiempo lo dirá.

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