La comunión ¿un derecho constitucional?

Convendría negar la mayor a la ministra: en la Iglesia no se discrimina. Todos y todas, por el bautismo, somos iguales en la Iglesia. La Iglesia entiende que todos somos hijos e hijas de Dios, por tanto, nadie debe ni puede ser discriminado. Es más, en el marco moral, a los pecadores, se les acoge e invita a seguir el Evangelio. Es decir, en la Iglesia Católica, a partir de que una persona es cristiana es tratada igual que otra.

Otra cosa es que, en materia sacramental, haya normas. Como en todos los sitios. Y como las hay para muchos otros aspectos. Estas indicaciones, iluminadas por el estudio teológico y pastoral, están recogidas en el Catecismo o en el Derecho Canónico, principalmente. ¿Un ejemplo? Si quien escribe deseara casarse por la Iglesia, en este momento, no podría hacerlo y entiendo que se me negara el acceso al sacramento del matrimonio. Cuando hablamos de recibir la comunión, no siendo el mismo caso, podría ser similar: hay indicaciones y claves que deben ser contempladas. Conviene recordar que el sacerdote es ministro, por tanto, administra el sacramento. Eso no es inconstitucional. Además, la constitución contempla la separación Iglesia-Estado.

Dicho lo cual, nunca he negado la comunión a un católico o católica. Siempre he respetado su conciencia, el sagrario de la persona. Y siempre que se me ha permitido he acompañado el proceso de crecimiento en la fe, también a homosexuales, porque todos estamos llamados a caminar, como cristianos en santidad.