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Traslado de la Virgen del Rocío el pasado jueves en el barrio de la Victoria. Hugo Cortés
Los cofrades
Repaso semanal

Los cofrades

Javier Recio

Málaga

Domingo, 13 de abril 2025, 02:00

Hoy empieza la semana más importante del año para miles de malagueños. Me refiero a los cofrades, que son los verdaderos protagonistas de la Semana ... Santa. Los que la hacen posible. Vaya por delante que aunque soy católico no soy cofrade. En mi tiempo libre soy más de bares, para qué vamos a engañarnos, aunque tengo un gran respeto por ellos. Sin embargo, he sido de esos malagueños que en la juventud iba a ver las procesiones, aunque en realidad era una excusa para salir de madrugada y probar el mítico 'Tachín', un vino que no sé muy bien por qué se tomaba en Semana Santa y que corría a borbotones por la plaza de las Flores, que era la zona cero de la diversión juvenil. También sacaba algún trono, pero he de reconocer que no lo hacía por una devoción por el Cristo o la Virgen que portaba. Más bien era por el tonteo propio de la edad con las niñas. En mi caso con la que era mi novia, Isa, y que hoy día sigue siendo mi queridísima esposa. Era la primera vez que nos poníamos un traje, aunque la verdad es que los varales parecían una paleta de colores con los diferentes tonos de azules que llevábamos los hombres de trono, además de denotar que eran trajes prestados o heredados de padres o hermanos, pues a algunos le llegaban por los tobillos y a otros, o le bailaba la chaqueta o no podía abrochársela. No sé muy bien por qué acabamos en las Fusionadas un grupo de amigos del colegio Los Olivos, Nacho, Juanfran, Jesús y Carlos. El caso es que nos divertíamos mucho, además de por el tonteo (era básico abrir varal o salir por fuera, en el varal A o en el F) porque éramos del género folclórico, pues lo que nos gustaba realmente eran los pulsos en la Tribuna de los Pobres y la competición que había en el encierro (también con los cuatro tronos a pulso) con Azotes y Columnas. Unos años ganábamos nosotros (éramos los últimos en bajar el trono) y otros, ellos, en lo que parecía un ambiente propio de un campo de fútbol. Esa es la verdad. Y nos gustaba. Y gustaba al respetable que llenaba a reventar el Pasillo de Santa Isabel. Pero eso ha cambiado. Ahora parece todo bastante más serio y no me parece mal. Al final la Semana Santa es una representación religiosa y eso se ha conseguido en estos tiempos. Y para ello la figura del cofrade es básica. Hay que reconocer la labor que hacen durante todo el año, pues una cofradía es mucho más que la semana de los desfiles procesionales, que sin duda requieren de una gran infraestructura para poner en la calle a cientos de personas con sus túnicas y enseres correspondientes. Recuerdo a gente de Fusionadas como Eduardo Rosell, Manolo Cárdenas o Chico Banderas, con el que tuve una anécdota al comentarle veinte años después que salía en la Exaltación y me dijo de carrerilla cuál era mi nombre y mis dos apellidos. Se notaba que curraba bastante en la cofradía, como ocurre en cualquiera de las 41 hermandades que están agrupadas en la capital. Son ellos los que permiten que la ciudad se transforme en estos días, propiciando además el mayor movimiento económico del año en la capital, de ahí que sea un drama que decidan no salir a la calle. Aunque a veces se critique, entre ellos un servidor, que no salgan por el riesgo de lluvias hay que respetarlos, porque es verdad que los más afectados son ellos y porque hay que entender que suspender una procesión a la mitad del recorrido si cae lluvia fuerte genera muchos riesgos, más allá de los daños materiales que puedan producirse, pues no hay que olvidar que son numerosos los menores que salen en la misma como nazarenos.

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