Sr. García .
CARTA DEL DIRECTOR

Claves para desenredar la madeja de Unicaja

El acuerdo de Unicaja Banco con los sindicatos para el ERE despeja su camino hacia la integración y devuelve la paz social mientras su mayor accionista, la Fundación Unicaja, se enreda en una crisis institucional de resultados imprevisibles

Manuel Castillo

Málaga

Domingo, 5 de diciembre 2021, 00:41

El acuerdo entre Unicaja Banco y los sindicatos sobre las condiciones del ERE, que afectará a un máximo de 1.513 empleados y significará el cierre de unas 400 oficinas en toda España, despeja el camino en su proceso de integración tras la fusión por ... absorción de Liberbank y, lo que es muy importante, devuelve la histórica paz social que ha caracterizado a la entidad andaluza y que durante las intensas negociaciones se vio en peligro. Han sido días de reuniones maratonianas hasta la madrugada que, paradójicamente, se han visto contaminadas por cuestiones externas al propio ERE. La crisis institucional abierta en uno de sus máximos accionistas, la Fundación Unicaja, ha influido negativamente en el proceso y ha provocado bastante confusión.

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Y es que hace falta un manual de instrucciones para poder comprender todo lo relativo a lo que podemos denominar 'entorno Unicaja'. La coincidencia en el nombre entre el banco y la fundación, la propia historia desde que el actual banco fuera caja de ahorros y el hecho de que haya ejecutivos ligados a las diferentes entidades desde hace décadas provocan confusiones e impiden tener una idea clara de lo que está pasando. Se mezclan asuntos y se llegan a conclusiones apresuradas. Vamos, por tanto, a ello, a intentar aportar luz.

1. Unicaja Banco es el banco resultante de la fusión por absorción con Liberbank. Su presidente ejecutivo y número uno es el malagueño Manuel Azuaga (procedente de Unicaja Banco) y su consejero delegado y número dos es el asturiano Manuel Menéndez (procedente de Liberbank). El consejo de administración está compuesto, además, por cuatro representantes de la Fundación Unicaja (Juan Fraile, Petra Mateos-Aparicio, Manuel Muela y Teresa Sáez), los tres dominicales de Liberbank (Fernández, Tinajero y Vaamonde) y seis independientes: María Luisa Arjonilla, Ana Bolado, Manuel Conthe y Manuel González Cid (estos cuatro a propuesta de Unicaja Banco) y Jorge Delclaux y María Luisa Garaña (propuestos por Liberbank). Esta composición es teóricamente el reflejo de la ecuación de canje del nuevo grupo: el 59,5% para los accionistas de Unicaja y del 40,5% para los de Liberbank. De este modo, nueve miembros proceden de la órbita de Unicaja Banco y seis del entorno de Liberbank. Se garantizaba así la mayoría natural de la entidad absorbente (Unicaja) e, implícitamente, se reforzaba el arraigo del nuevo banco con Andalucía y Málaga y con una cultura empresarial caracterizada desde hace décadas por la solvencia, los buenos resultados, la prudencia y la paz social.

2. Luego está la Fundación Unicaja, cuya única relación con Unicaja Banco es hoy por hoy la de ser su máximo accionista. Precisamente, por su condición de accionista mayoritario tiene la posibilidad de designar a cuatro consejeros dominicales en el consejo de administración de Unicaja Banco. La Fundación Unicaja es una entidad privada, administrada por un Patronato en el que están representadas entidades públicas como la Junta de Andalucía y las diputaciones de Málaga, Cádiz y Jaén y entidades religiosas como los obispados de Málaga y Almería. Este Patronato debe estar compuesto, además, por personas de reconocido prestigio o con una alta experiencia financiera. Su misión es invertir las cuantiosas cantidades que percibe por los dividendos del banco y otros ingresos en obra social, deportiva y cultural en los territorios de los que procede. En teoría, que no en la práctica, como han denunciado algunos patronos, la toma de decisiones debe ser colegida en este Patronato.

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3. Es importante, por ello, diferenciar Unicaja Banco de la Fundación Unicaja. El banco es una entidad que cotiza en Bolsa, que depende de sus accionistas y controlada por los supervisores, especialmente el Banco Central Europeo y el Banco de España. La Fundación Bancaria Unicaja, por su parte, es, como hemos dicho, una entidad privada gestionada por su Patronato y controlada por el Protectorado del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de Nadia Calviño. La realidad es que existen lagunas legislativas en la regulación de las fundaciones bancarias, creadas cuando las cajas de ahorro se convirtieron en bancos. Hoy por hoy son diversas las fundaciones bancarias sumidas en crisis institucionales y de poder y rodeadas de polémicas en diferentes regiones.

4. ¿Qué ocurre, por tanto, para que exista tanto revuelo en torno a la Fundación Bancaria hasta el punto de que se haya creado una plataforma liderada por el profesor y exconcejal Pedro Moreno Brenes en contra de la gestión Braulio Medel como presidente de la Fundación Bancaria? Plataforma, por cierto, que cuenta con el apoyo expreso del PP, PSOE, Izquierda Unida y Ciudadanos, así como de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. Además, tanto Vox como Adelante Andalucía han presentado propuestas en el Parlamento de Andalucía como en el Congreso de España reclamando información y denunciando la situación. Es decir, todo el espectro político y social (la plataforma cuenta ya con más de 8.000 adhesiones) está preocupada con este asunto. Es un respaldo inédito en causas de este tipo.

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5. ¿Y cuáles son los motivos que han llevado a esta situación? El principal de ellos es que se ha producido una anomalía en el funcionamiento del consejo de administración de Unicaja Banco propiciada por el propio Braulio Medel: los cuatro consejeros dominicales de la Fundación Unicaja están alineados con las tesis de Liberbank y contra la posición de los consejeros procedentes de Unicaja Banco, lo cual produce de facto que la ecuación de canje legal y el propio equilibrio de poderes se haya subvertido a favor de la entidad absorbida, Liberbank. Además, como destapó este periódico, Braulio Medel ha mantenido contactos secretos con Manuel Menéndez (Liberbank) en Sevilla, un hecho irregular mal visto por los supervisores y el resto de accionistas. A todo ello hay que sumar que el propio Medel intentó, antes de la fusión con Liberbank, vender Unicaja Banco al banco Santander, lo que hubiera significado su desaparición, y que no se descartan otras negociaciones en otros sentidos.

Además, al propio Medel le persigue una solicitud de información del Banco de España por posibles cobros irregulares como consejero de entidades participadas, así como el cobro a través de una persona interpuesta de cheques al portador como consejero de Iberdrola en una oficina del BBVA, cuya directora quiso eximir de responsabilidades al propio banco al considerarlo una práctica irregular. Además, son públicas las quejas de patronos de la Fundación Unicaja, por cierto corresponsables de todas las decisiones pasadas y futuras, de la falta de transparencia en el propio Patronato.

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6. ¿Y qué efecto tiene todo esto? Las consecuencias son imprevisibles, pero los temores se centran en que los intereses de Medel al frente de la Fundación no coincidan con el objetivo fundacional de la propia institución y, sobre todo, con el arraigo de Unicaja Banco como entidad malagueña y andaluza capaz de sobrevivir en el sector financiero desde Andalucía como quinto banco español. Además, preocupa el impacto reputacional que todo esto tenga en el propio banco, muy sensible como entidad cotizada, y en el resto de sus accionistas.

7. Todos los ojos están puestos en la Fundación Unicaja y en el modelo de gestión de su presidente, Braulio Medel. Durante años y hasta hace sólo unos meses, el poder político andaluz mantuvo un silencio atronador y cómplice, pero ahora, con la llegada de personas sin servidumbres (curiosamente de Adelante Andalucía, Vox y Ciudadanos) la situación ha cambiado hasta el punto de obligar a regañadientes al PP, PSOE e Izquierda Unida a mover ficha. El hecho de que el propio alcalde, Francisco de la Torre, advierta sobre esto (reclamó que no se produjera un «pacto antinatura» entre la Fundación Unicaja y Liberbank) constituye un síntoma elocuente y definitorio.

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Partidos, sindicatos y sociedad civil coinciden en sus declaraciones e intenciones en que, al final, todo esto pone el foco irremediablemente en la idoneidad de Braulio Medel como presidente de la Fundación Unicaja, cuestión en la que intervienen también el Ministerio de Asuntos Económicos y, colateralmente, el propio Banco de España, instituciones que, como ocurrió durante décadas en el mapa político andaluz, suelen guardar ante estas cosas ese mismo silencio atronador.

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