Secciones
Servicios
Destacamos
A mediados del año publicaba un artículo en estas páginas, haciendo un modesto llamamiento para que las nuevas Cortes Generales, recién elegidas en ese momento, designaran a 20 mujeres y hombres para vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Concluía con la pregunta de ... si cabe mantener esta situación sine die, apelando a que, sin perjuicio de que cada fuerza política y asociación judicial mantenga sus legítimas posturas, la composición de las nuevas Cortes no posibilitan ni una reforma del modelo ni una derogación de los límites a las funciones del CGPJ. Y que eso nos llevaba derecho a la necesitad, sin pausa alguna, de elevar la altura institucional evitando el regate corto, y asumiendo que una de las primeras medidas de nuestros parlamentarios debe ser cumplir con el mandato constitucional, y con el actual marco legal, designar a los vocales del CGPJ.
A punto de entrar en el segundo semestre del 2024, el panorama seguía siendo desolador. Ambas cámaras, de forma contumaz, no habían cumplido el mandato de renovación del CGPJ cada 5 años (art. 122.3 de la CE, 5 años y medio llevan ya en funciones), debido, entre otras causas, a la crispación hoy enla vida política española. Había que partir del actual modelo de designación de vocales (vigente desde 1985, con mayorías del PP y del PSOE), que partiendo de la CE (art 122.3), ha establecido que sea la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) la que decida la forma de elección de los 12 vocales judiciales y ha impuesto las mayorías parlamentarias (tres quintos) para los otros 8 vocales. Así, tan constitucional (STC 108/1986 y STC 128/2023) es el sistema que diseña la LOPJ (cada Cámara elige, por 3/5, a diez vocales, 4 juristas de reconocida competencia y 6 jueces (cuya candidatura esté avalada por 25 miembros de la carrera judicial o una asociación judicial) como cual cualquier otro que se proponga (por ejemplo, la elección de vocales por la propia carrera judicial). Ese cambio de modelo corresponde, en su caso, a las mayorías parlamentarias que puedan existir en cada momento, sin que sea aceptable que se imponga el mismo como condición para la renovación del CGPJ.
En los últimos días había signos de diálogo entre PP y PSOE que daban lugar a la esperanza para una pronta renovación. Confío en que un buen punto de partida para el acuerdo haya sido el compromiso firme de que los vocales elegidos, más allá de quien los proponga, sean juristas de reconocido prestigio, que sepan mantener la dignidad del cargo, sin concesiones a presiones externas en sus decisiones. El martes llegó la sorpresa, esta vez para bien. Un complejo trabajo tiene por delante el nuevo CGPJ, entre otras tareas, el nombramiento de magistrados del TS para las muchas plazas vacantes. Ojalá no se pierda esta oportunidad para reforzar la responsabilidad institucional, que buena falta hace con lo que está cayendo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.