Es francamente difícil sorprendernos, pues es mucho lo que llevamos, tras indultos, amnistías, pactos con Bildu, no digamos la entrega de Pamplona, o tocatas y fugas de Puigdemont, el mítico prófugo irreductible. Pero siempre hay algo nuevo para «degustar». No ha fraguado, por cierto, ese ... grosero intento del flamante ministro Oscar López con su 'caso Peinado', o sea, transformar la realidad 180 grados. Retorcer hechos y acontecimientos de acuerdo a la conveniencia del gobierno fake, nadie ha querido comprar este intento de marca y no es 'trending topic' ni ha sido 'hashtag'. Conviene recordar en este punto de las sorpresas que Puigdemont no se le escapó al gobierno de Rajoy. Huyó escondido en el capó de un coche, seguramente para evitar la ira de quien lo viera pasar, quizá por un repentino ataque de pánico, o para envolverse en el misterio de su paradero, pero no había entonces ni orden de detención ni nada por el estilo, aún. Era libre de transitar o de viajar a Francia o a Cadaqués. No era fugarse de la justicia, era huir, quien sabe si de sí mismo o en previsión cierta de que se acabara ordenando su busca y captura. Pero, quede claro, ese día y en varios posteriores, no podía ser detenido, nadie podía impedir su libre paso.
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Inesperada ha sido también la desaparición repentina de Anne Hathaway, actriz y soprano conocida mundialmente, que iba a entregar un premio a Pedro Sánchez en una cena organizada por ONU mujeres la iniciativa 'He for she' (él por ella). No se presentó, señoras y señores, vaya disgusto. Con lo bien que habrían lucido, la foto soñada y alertada por Oscar Puente nunca se hizo. Corre la especie de que previamente se hizo un muy generoso donativo a la citada entidad, unos hablan de 2,5 millones, otros de 14. No se sabe, pero lo cierto es que ni pagando...
Son tiempos ignotos, llenos de asombro. No se podía saber que tantas cosas nos iban a ocurrir, fíjense el cambio de postura por carta acerca del Sáhara, de la noche a la mañana y por único y expreso deseo de Sánchez, sin Congreso ni debate. Lo que él diga. Ya dijo el presidente que «con poder Legislativo, o sin él...» Es decir que, una vez accediendo a Moncloa, Pedro no piensa soltar el bocado, ni 'caso Koldo-Ábalos', imputación del Fiscal General o los presuntos delitos de su esposa.
También nos llamó la atención México, López Obrador -nieto de cántabros-, Claudia Sheinbaum y el rechazo a invitar al Rey a la toma de posesión de ésta última por no disculparse por la toma de Tenochtitland, fundar Nueva España, llevar la civilización, la cultura y la lengua.
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