Y no la de Mérimée

Eso sí, esta pena catódica dejó retratados a muchos. Unos, nostálgicos, subrayaron con ahínco que 'la novia de España' fue virgen hasta el matrimonio, ah. Otros, más morbosos, dejaron caer que la Sevilla aguantó infidelidades en sus dos matrimonios, y que tras lo pasado con Algueró le tocó algo de Malagón con Vicente Patuel. Telecinco, en crisis de identidad, invitó a una de las niñas ya adultas del Telecupón y hasta hizo una extraña conexión con una cofradía de la que Carmen era devota.

Antena 3 tiró también de amigas varias, del tacto de Sonsoles y de la teta que le quiso tocar Charlton Heston. En TVE montaron un especial de trámite para lucir, sobre todo, su época de 'Cine de Barrio'. Canal Sur tuvo ojo y montó con éxito especiales y pases de películas suyas, algo que La 2 remató el viernes con 'No es bueno que el hombre esté solo' y 'La fierecilla domada', dos épocas diferentes de Carmen, ejemplos prístinos de la capacidad de la bella artista para sobreponerse a épocas distintas en el cine.

En la radio, Julia Otero atinó al señalar que ella nunca se jactara, como Sara Montiel, de su viaje a Hollywood, y ni siquiera de su pionero paso por 'El Show de Ed Sullivan' en 1965. En medio de tanta palabrería, como señal de respeto, yo oí varias veces su apasionada versión del 'Parole, parole' junto a Paco Rabal. Una verdadera joya, como la de su rostro inolvidable, a prueba de tanto ganado lanar.