Estamos asistiendo en estos días a lamentables actos de violencia en las calles, en supuesta protesta por el ingreso en prisión del rapero Hasél (digo supuesta porque nada les impide protestar de forma pacífica). En 2014, la Audiencia Nacional (AN) condena a Hasél a dos ... años por enaltecimiento del terrorismo (art. 578 CP), por unas canciones que recoge perlas como «¡Merece que explote el coche de Patxi López!» o «No me da pena tu tiro en la nuca pepero». Al no superar los dos años y no tener antecedentes, la AN suspende esta sentencia. Después vinieron otras dos (por agresiones a un periodista y a un testigo en un juicio, que no son aún firmes). En 2019 la AN, por otros hechos, vuelve a condenar a Hasél a dos años de prisión y a multa por enaltecimiento al terrorismo, en concurso con injurias a la Corona, y al años siguiente, el TS ratifica esta condena pero rebaja la prisión a 9 meses al considerar que ETA y el GRAPO llevaban mucho tiempo sin cometer atentados. Por tanto, los tribunales, se coincida o no con sus sentencias, han aplicado las normas vigentes con todas las garantías procesales, y ahora, ante una nueva condena firme, la primera mencionada deja de estar en suspenso y se ejecuta mediante el ingreso en prisión.

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¿Es necesario mantener el delito de enaltecimiento del terrorismo? Entiendo que no, ya que cuando implica la captación de adeptos se castiga como colaboración y cuando ofende a las víctimas se debe responder con el delito de injurias. Por otra parte, al titular de la Corona se le podría proteger su honor, como a cualquier ciudadano, mediante el delito de injurias, sin necesidad de agravar las penas en atención a esa condición. Pero los macarras que atacan a la policía y destrozan todo a su paso no están para debates de reforma penal, les da igual la libertad de expresión y quieren convertir en un mártir a quien confunde la crítica social con un despreciable mal gusto. Pero una democracia fuerte tiene que asumir dentro de la libertad de expresión ofensas que desagraden a la mayoría de la sociedad: ser un bocazas no debe ser un delito.

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