Blue note

Lejos de cualquier anuncio previo, ya fuera en su programa electoral o las líneas maestras del pacto de coalición, cada día aparece el bono cultural para los jóvenes de 18 años. En tanto, la electricidad se va a las nubes, suben los impuestos o se imponen sobre la segunda vivienda condiciones, límites al alquiler o aumento del IBI. No coman carne...

El chorreo del senador Menéndez, del Partido Demócrata USA, de hace unos días, por la cercanía del Gobierno de España a las dictaduras suramericanas, es un apunte más que nos indica la contumacia de Sánchez, pero si ya sale ZP informando de que «se está buscando una solución al caso Puigdemont», la deriva que compromete el Estado de derecho y nuestras relaciones internacionales no es una sospecha, se puede tocar con los dedos.

En los medios hay socialistas habitualmente moderados que glosan la posición ganada, aun sin salir de su sorpresa con las noticias de cada día. Hay algo de inercia en su mantenida postura, una parte de conversión a una nueva fe ideológica distante de anteriores creencias y hasta la coartada de arremeter contra la oposición como enemigo a batir, en vez de analizar lo que pasa. La derecha furibunda, extrema, incivilizada, neocon, o lo que sea, son las calificaciones que sirven para que algún socialdemócrata suelto aún justifique a Sánchez. Quizá por eso, en frente, comienza a demandarse la unificación del voto constitucionalista común -VCC-, una acción decidida que garantice la victoria alternativa. Aún los bonovotos de estos días -que parecen anunciar una cierta cercanía de las elecciones-, el 'todos contra Sánchez' aumenta sus filas a cada golpe de noticia y cuando Bolaños quiera parar será tarde.

Declarados inconstitucionales los estados de alarma, la exministra González Laya declara en los tribunales por la presuntamente irregular entrada de Gali, en tanto calienta Tezanos, que sale por supuesta prevaricación, o el Supremo dirime la idoneidad de la exministra de Justicia Dolores Delgado como fiscal general del Estado, también demasiada controversia judicial. Unas causas se ganarán y otras se perderán, pero la causa del Estado no queda bien parada en ningún caso.

Sánchez ha hecho una costeada apuesta al rojo para reventar la banca -nada está a salvo-. No va más. La ruleta gira a trompicones, pero el azar no le va a bastar.