Secciones
Servicios
Destacamos
El supuesto pacto con Bildu para apoyar el proyecto de ley de presupuestos presentado por el Gobierno de la Nación, está provocando reacciones desatadas donde se mezclan verdades, mentiras y sobre todo dobles raseros. Vayamos por partes. Hasta la presente, más allá de sus bravuconadas ... sobre 'tumbar el régimen', los diputados de Bildu lo que han hecho es votar contra las enmiendas a la totalidad que han presentado el PP y Vox. Desde el punto de vista jurídico, Bildu es un partido legal, que concurre a las elecciones y tiene representación parlamentaria; por tanto ajusta su organización y actividad a nuestro ordenamiento jurídico, ya que de lo contrario, tendría que ser disuelto por sentencia del TS en aplicación de las causas previstas en la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de partidos políticos. Exactamente lo mismo podemos decir de Vox. Sin embargo, llama la atención que la contundencia para criticar este puntual apoyo parlamentario al Gobierno en sede nacional es equivalente para reclamar similares apoyos en sede autonómica (véase Andalucía), aunque cambiando el color político de los protagonistas. Dicho lo anterior, ¿son Bildu y Vox socios aconsejables para unos partidos democráticos? Yo entiendo que no, y falta altura de miras en la coalición de gobierno PSOE-UP así como en la de PP-CC para acentuar, dentro de las legítimas discrepancias, los lazos entre los demócratas frente a los que no lo son, aunque se vistan de lagarteranas.
No se debe confundir la vertiente judicial con la política. Si Bildu, Vox (o cualquier otro partido) vulneran sistemáticamente las libertades y derechos fundamentales, fomentan, propician o legitiman la violencia como método para la consecución de sus objetivos políticos o apoyan políticamente la acción de organizaciones terroristas, tendrían que ser disueltos por el TS por imperativo de la mencionada Ley Orgánica 6/2002. Mientras no se acrediten tales hechos, Bildu y Vox merecerán, a mi juicio, el más absoluto desprecio político hasta que el partido abertzale no condene, sin paliativos, los aberrantes crímenes de ETA y el partido ultraderechista no condene, sin paliativos, la brutal y sanguinaria dictadura franquista. Mientras tanto, creo que lo más aconsejable es no tener mucho trato con estos sectarios, y buscar (para sus respectivas acciones de gobierno) apoyos más 'limpios' tanto en Madrid como en Sevilla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.