Andoni Ortúzar también ha acudido en «valiente» peregrinación -o romería- a Bélgica, concretamente a Waterloo, de hecho, la foto con el prófugo Puigdemont es de lo más políticamente sabroso que se sirve estos días. Es de suponer que, desde la llegada a la partida, pasando ... por los abrazos y besos, la comida y los vinos, todo, habrá sido muy emocionante. Así que de nuevo estamos, pues a ambos les mueve el mismo afán, destruir cuánto se pueda el orden cívico-constitucional, sociológico e institucional español, ese estado que tanto les oprime y que siempre está tentado de tratarles como a cualquiera. El político peneuvista -presidente del Euzkadi Buru Batzar-, a cuenta de la innegable caminata, ha ido 'arreglao pero informal', o sea, chaqueta, corbata y wambas. Todo ha sido enternecedor en el encuentro, los doce diputados que suman entre ambas fuerzas parecen comprometidos a sacar a Sánchez adelante, si son bien pagados. Carles y Andoni, en franca camaradería, departieron en español acerca de la «modernidad» que su concurso significa, reconociéndose especiales una vez más frente a la masa inevitable de maketos o botiflers. Naturalmente, ambos prestigiosos personajes, sabedores de su crucial y estratégica importancia, barajaron todos los posibles escenarios de su futuro inmediato ante los próximos comicios en sus respectivas «cámaras nacionales». Sinceramente esperanzadas en que Núñez Feijóo no salga investido presidente, la derecha rancia 'jetzale' y la 'som molt cap a dreta' cabalgan juntas y se las prometen muy felices.
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Pero no todo es tan idílico, pues hay cierto ruido en la sociedad española, nada satisfecha de un horizonte de amnistías y referéndum. Tan es así que la nueva táctica del entorno socialista de Sánchez pasa por negar que se hable de ello, ¿de qué amnistía están ustedes hablando? -dicen ahora, sin duda preocupado por el generalizado rechazo-. Todo ello aderezado por una especie de repetitiva exigencia a Feijóo de no presentar su investidura. Es curioso que Sánchez, aun no teniendo resueltos sus pactos para su hipotética alternativa, insista en descalificar la iniciativa de su adversario. Más aún si tenemos en cuenta que don Pedro afirma con resolución que, caso de que la investidura de Feijóo resulte fallida y él consiga el encargo del Rey, no lo declinará en ningún caso, aunque no tenga los apoyos. Es aquello de la tierra inclinada, reconocerse la propia legitimidad y negar la del contrario.
Por cierto, dicen que el presidente en funciones baraja seriamente -cariacontecido- un posible plan B consistente en envolverse en la bandera de España y la Constitución para acudir -en su caso- a una repetición electoral. Ello, si finalmente Puigdemont no tiene suficiente o si las reacciones y las voces en la sociedad española se convierten en ensordecedoras o insoportables. De este modo transformaría la neta imposibilidad en una autoadjudicada dignidad -de diseño-. Ya saben, 'la zorra y las uvas': la zorra, al no poder acceder a la altura de un vistoso y apetecible racimo de uvas, tras intentarlo todo y muerta de hambre, se dijo a sí misma, ¡bah, están verdes...!
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