Mi amiga Encarni

Nunca hubiera querido escribir sobre esto, una necrológica para una persona querida, pero ya la edad me ha llevado a tener que hacerlo en varias ocasiones, como gesto de desahogo y de balance, pero sobre todo como una forma de compartir de forma pública que ... en este mundo muchas personas han pasado y seguirán pasando haciendo mucho por dejarlo mejor que como lo encontraron. Por esperada no ha sido menos cruel la noticia. Encarni Romero, la jefa de presa que trabajó conmigo en el Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Málaga en mi etapa de portavoz, ha muerto. Nunca me faltó su consejo, siempre acertado, nunca me faltó su cariño envuelto en su ropaje de entrañable gruñona, reflejo de su timidez, pero al que su inmensa bondad y generosidad lograba convertir en un estilo que la hacía única e irrepetible. Luchó todo lo que pudo y lo que médicos y ciencia le permitieron y nos ha dejado con dignidad, rodeada de los suyos. Nuestra última conversación, en la visita que le hice con Trini a su casa, evidenciaba que la cosa iba mal, pero a pesar de que notaba nuestra preocupación, lo relativizaba con anécdotas y desviando el tema de su enfermedad. Hasta el último momento ha querido ponerlo fácil para los que la queríamos, a pesar de que pensar en su dolor físico, y el inevitable dolor psíquico de saber que le quedaba poco, nos torturaba.