Jueves, 27 de febrero 2025, 01:00
Carlos Mazón ha tardado cuatro meses en confesar en qué preciso momento se sumó al comité de emergencia reunido por la dana en Valencia el ... 29 de octubre. «Llegué a las 20:28», reconoció ayer el presidente de la Generalitat. Es el colofón a un cúmulo de contradicciones y medias verdades desde que inició su comida «de trabajo» con una periodista, a la que ofreció el mando de la televisión pública, hasta que se fue al Palau. El dato revela que llegó tarde a todo, muy tarde. Y lo ha concretado forzado por la investigación abierta sobre la crisis. Su Gobierno (PP) no ha tenido más remedio que declarar a la jueza que la alerta por las lluvias torrenciales se envió a la población a las 20:11 horas. Es decir, sin Mazón presente en la mesa y con el drama desbordado. Para entonces, la mayoría de las 227 víctimas había fallecido en las inundaciones, muchas de edad avanzada y con problemas de movilidad. Esta es la última muestra, quizá la definitiva, de la deficiente gestión de Mazón ante una catástrofe en la que fallaron los controles de prevención y la respuesta de urgencia. Una responsabilidad que también salpica al Gobierno central, pero que sobre todo señala la ineptitud del president.
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