Borrar

Adolfo, no te vayas

Con la jubilación del maestro, la hostelería de Málaga se queda huérfana de su principal referente

Ignacio Lillo

Málaga

Miércoles, 1 de mayo 2024, 00:00

De las cosas que más agradeceré a la profesión que ejerzo desde hace más de 25 años es que me haya dado la oportunidad de compartir con Adolfo el último gazpachuelo que preparó en el Balneario. Miren que un cuarto de siglo da para muchos ... buenos y muchos malos momentos. De los primeros, me quedo con el cosquilleo de haber viajado en el metro todavía en fase de pruebas; de haber trepado hasta asomarme a la cubierta de la terminal T3 del aeropuerto, poco antes de que se inaugurara; recorrer la autopista de Las Pedrizas todavía vacía de coches, para cronometrar cuánto se tardaba en subir (no lo digo que la Guardia Civil todavía me multa en diferido). Viajar en la cabina de un tren de alta velocidad, donde los túneles se ven como puntos negros a lo lejos, segundos antes de verte dentro de ellos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Adolfo, no te vayas