Otro PSOE, ¿otra España?

Hoy, 22 de mayo, despierta un nuevo PSOE, que en nada se parece al de hace 24 horas. La incontestable victoria de Pedro Sánchez, con sabor a venganza y simbología de la toma de la Bastilla, pone fin al PSOE tradicional, al PSOE de siempre. Y da paso a un partido nuevo en el que sus bases, sus militantes, han tomado el poder a través de Pedro Sánchez. Hace unos meses era, para muchos, un muerto viviente; hoy es el secretario general del PSOE con mayor poder de su historia. Y falta por saber cómo sabrá manejarlo. Todo hace indicar que lo hará como dijo, con mano dura y sin que le tiemble el pulso.

No sólo ha perdido Susana Díaz, porque Felipe, Zapatero, Guerra y toda la retahíla de barones, incluidos los regionales y provinciales, también han perdido con ella y no es una exageración decir que ya tienen poco que hacer, o nada, en Ferraz.

Hay otro PSOE y probablemente haya otra España. Ya lo dijo Pedro Sánchez: luchará por la salida de Rajoy y lo hará con quien haga falta, incluido Podemos. El Parlamento entra en una nueva etapa, con nuevas reglas y nuevos jugadores. Porque el PSOE de hoy no se parece en nada al PSOE de ayer. La izquierda y la derecha parecen hoy más definidas que nunca.

Susana Díaz tiene un enorme reto por delante: asumir una derrota que la deja al filo del abismo. Muchos de sus argumentos han quedado calcinados en las Primarias, precisamente cuando su fortaleza en Andalucía ya no será incontestable. Ni entre sus bases ni entre los cargos orgánicos ni entre el electorado. Es justo reconocerle que salió con el ánimo de rescatar al PSOE, aunque quizá sin haber intuido que no quería ser rescatado.Susana Díaz se vuelve a Triana y con el interrogante si lo hace para construir su propia aldea gala socialista, para preparar una reconquista hoy impensable o para recomponer un PSOE andaluz que intentará saber qué es, quién es y a dónde va.