SÍ, SE PUEDE

Instalado en la comodidad de sus 30 puntos, el Málaga vive una etapa dulce tras pasar por momentos de apuro hace justo la mitad de los partidos disputados. El sábado tuvo un duelo complicado ante un Villarreal situado en puesto de Champions y saldado con una derrota asumible, por mucho que el equipo blanquiazul le metiera las cabras en el corral al conjunto castellonense.

En la vorágine liguera, ese partido ya es historia. Hay que centrarse en el siguiente, que presenta al Real Madrid como contrincante de las huestes malaguistas. El capitán que las manda, Weligton, dijo ayer que saben cómo juega el equipo blanco, pero que el problema es «cómo pararlo». Se cura en salud el brasileño, pero a poco que esta semana Gracia les ponga algún vídeo de los encuentros que ha disputado el conjunto 'merengue' se dará cuenta el central de que el Madrid no ha estado fino en los dos duelos disputados a domicilio con Zidane como entrenador. Cada partido es un mundo, pero es muy significativo que en casa salgan los blancos a goleada por partido y fuera empataran con el Betis y se las vieran y se las desearan para vencer a un Granada en puesto de descenso. Esta es la baza que tiene que jugar el Málaga. Los blanquiazules deben provocar que su rival del domingo siga empequeñecido fuera de casa. Los discípulos de Gracia tienen parte del camino recorrido para ganarles a los hombres de Zidane, porque han demostrado con creces que saben cómo jugarles a los 'grandes', pero tienen que rematar la faena. El Madrid es vulnerable a balón parado, su punto débil endémico. El Málaga debe aprovechar esa carencia, y en esta faceta no hay que olvidar que Santa Cruz es de los más válidos.

Sí, se puede.