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EL RESERVADO

TORMENTA POLÍTICA EN MOLLINA

Dolores Pinto, de Ciudadanos, es primera teniente de alcalde del socialista Eugenio Sevillano, cuando su partido dijo que no estaría en gobiernos que no presidiera, mientras que el popular Francisco González renuncia a su sueldo como liberado.

Antonio M. Romero

Domingo, 7 de febrero 2016, 10:17

El resultado de las elecciones municipales del pasado año dejó en Mollina un Ayuntamiento con cinco concejales para el PP (fue la fuerza más votada) y el PSOE y uno para Ciudadanos. En este escenario se creó una especie de gobierno de concentración donde el alcalde, el socialista Eugenio Sevillano, nombró como primer teniente de alcalde a Dolores Pinto, la única edil del partido naranja y que de esa manera se saltó la directriz de su formación, defendida por activa y por pasiva, de no entrar en gobiernos que no presidieran; de igual forma, Francisco González 'Huracán', exregidor del PP, fue designado también segundo teniente de alcalde. Los tres están liberados y cobran un sueldo del Ayuntamiento.

En estos meses, la situación política en Mollina -municipio del que es originario el líder socialista provincial Miguel Ángel Heredia- se ha ido tensionando entre los tres partidos integrantes de esta particular 'entente cordiale' y en la localidad ya hay un runrún sobre posibles movimientos. Según fuentes consultadas, el edil popular presentó el pasado viernes un escrito en el registro del Ayuntamiento donde renuncia a su sueldo como segundo teniente de alcalde.

El paso dado por el exregidor popular ha hecho saltar las alarmas y especulaciones. ¿Se puede estar fraguando una posible moción de censura? Para ello sería necesario que los populares convencieran a la edil de Ciudadanos que, según otras fuentes, mantiene una buena sintonía con el actual alcalde Sevillano.

El caso de Mollina es uno más de la marejada política que estos días se vive en distintos municipios de la provincia. Tras la moción de censura de Cuevas del Becerro, de la que ayer se cumplió una semana, los tambores de guerra en otros ayuntamientos se han redoblado. A los casos de Ronda, donde ya estaría muy avanzada la negociación para intentar un cambio de gobierno -por cierto, que en algún sector del PP de la Ciudad del Tajo no verían con malos ojos que le desalojaran del poder puesto que están en una franca minoría y deben hacer frente a destacados problemas como la petición de devolución de 15 millones de euros de los promotores de Los Merinos o la redacción de un nuevo PGOU-, y de Alhaurín el Grande, donde los contactos entre los grupos de la oposición han sido constantes desde la constitución de la corporación y se han redoblado en las últimas semanas, en otras localidades se están produciendo movimientos.

Es el caso de Mijas, donde el episodio de la televisión municipal -se destapó hace unos días que catorce trabajadores no estaban dados de alta- ha vuelto a tensionar las relaciones, ya de por sí malas desde el inicio del mandato, entre el alcalde de Ciudadanos, Juan Carlos Maldonado, y su socio, el PP liderado por Ángel Nozal. El PSOE, en la oposición, aguarda su oportunidad y ya habría empezado a hacer algunos movimientos. ¿Un acuerdo entre socialistas y la formación naranja?

Ambos partidos ya gobiernan en Alcaucín, donde los socialistas le dieron la Alcaldía a Ciudadanos. Precisamente en este municipio de la Axarquía, la sintonía entre los tres ediles de la formación naranja no pasa por sus mejores momentos, según las fuentes, especialmente entre los dos concejales del partido de Albert Rivera con su alcalde, Mario Bancke. Siguiendo en esta comarca, algunas fuentes apuntan que los próximos movimientos políticos podrían tener como escenario Nerja y Torrox.

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