CITA PELIAGUDA

Tras salvar el domingo uno de los múltiples escollos que deberá eludir esta temporada, el Málaga afronta hoy una cita peliaguda. ¿Copa sí o Copa no? He ahí la cuestión... No soy partidario de 'tirarla'; sin embargo, hay que reconocer que el equipo blanquiazul tiene una prioridad clara: la salvación. Pero de ahí a pensar que el conjunto entrenado por Gracia se deje llevar en una eliminatoria de dieciseisavos contra el Mirandés va un abismo. El Málaga debe ir hoy claramente por el partido. Le basta con un marcar un gol y no encajar ninguno para dejar atrás al conjunto castellano. Y a partir de ahora, ver lo que hace con la Copa, un torneo en el que la pasada temporada desperdició una ocasión histórica no solo de haber llegado a las semifinales (en cuartos se midió a un Athletic en horas bajas), sino también a la final, porque el siguiente adversario habría sido el Espanyol. Esta temporada el panorama ha cambiado y las huestes blanquiazules atraviesan por una precaria situación en la Liga. La alargada sombra del descenso se cierne sobre La Rosaleda, y eso son palabras mayores.

La Copa puede llegar a ser molesta a partir de octavos, pero el partido de hoy debe servir para optar a una buena taquilla en la siguiente ronda y también para darles minutos a jugadores recién recuperados de lesiones o con poca participación hasta ahora, pero que pueden ser necesarios en el futuro. Siempre a la espera de que en el mercado invernal se trabaje bien para traer refuerzos.

Por otra parte, Gracia sabe que el partido del domingo contra el Atlético no es de los más propicios para sumar los tres puntos, pero ha decidido reservar a varios jugadores esta noche porque a los malaguistas se les dan bien los rivales de enjundia.