Cuando el Sporting marcó su gol en el minuto 27 supe que el partido se le complicaba sobremanera al Málaga. Y no solo por lo que supone encajar un gol fuera de casa, sino porque los números del equipo blanquiazul inducen al pesimismo. Las huestes de Gracia no han marcado un solo tanto fuera de casa en los cinco partidos jugados a domicilio. Charles pudo haber acabado con esa sequía, pero el ariete malaguista se durmió. Había recibido el balón dentro del área con varios metros de ventaja sobre el más próximo de los zagueros rivales. Se recreó el brasileño en un control interminable e Isma López le robó la cartera por detrás. Corría el minuto 70 y, en caso de haber marcado el Málaga, habría tenido muchas opciones de haberse traído un punto de El Molinón. El delantero centro del equipo de La Rosaleda remató por primera vez en el minuto 91, en un remate de cabeza que apenas inquietó al portero local. Así es muy complicado que lleguen los goles.

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Ejerció de nuevo el Málaga de bálsamo reanimador para adversarios en mal momento. El Sporting no había ganado en casa esta temporada. Al triunfo contribuyó en gran parte el propio equipo blanquiazul, que sufrió la baja de Camacho por lesión mediada la primera mitad. Precisamente en la gestión del cambio del centrocampista maño no estuvo fino Javi Gracia. Aquel abandonó el campo con demasiada rapidez, en lugar de perder algo de tiempo en el césped para que su sustituto calentara. No se hizo así, y el Sporting aprovechó la superioridad numérica para anotar su gol en una jugada en la que Halilovic remató solo en el área pequeña en una zona reservada a las coberturas que suele realizar Camacho cuando está en el campo.

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