MARGEN DE CONFIANZA

Los tres primeros disparos entre los palos del partido Málaga-Real Sociedad fueron goles. Esta es la noticia buena, sobre todo para el espectáculo, algo que se les había negado a los aficionados de La Rosaleda. La mala, que uno de los tantos lo marcó el equipo vasco. La euforia de la hinchada local quedó ligeramente apagada por un quítame allá una falta de concentración defensiva. Rompieron el maleficio las huestes de Gracia, que respiró tranquilo por fin. Este es el encanto del fútbol, que permite a sus protagonistas resarcirse de errores o carencias pasadas. Sobre todo en la Liga, que consta de 38 jornadas. Por cierto, cuando sale el calendario y depara comienzos buenos o malos los actores de este largometraje que es la competición nacional de fútbol siempre dicen, diplomáticos y amantes del tópico como son, que a lo largo del torneo hay que enfrentarse a todos los rivales. Es una verdad que roza la perogrullada, pero sujeta a matizaciones. Un comienzo suave te permite coger aire en los albores de la campaña, mientras que enfrentarse a rivales fuertes al principio puede dejarte tocado durante unas semanas.

Dios me libre que justificar el dubitativo arranque de temporada del Málaga, pero conviene no olvidar que en las siete primeras jornadas se ha enfrentado al Sevilla, Barcelona, Villarreal y Real Madrid. Y el próximo rival será el Valencia, que aunque no está muy allá en estos primeros compases del curso, siempre suele terminar entre los mejores. Prueba de ello es que está disputando la Liga de Campeones. Seis puntos en siete partidos no son una media aconsejable, pero si se tienen en cuenta los adversarios que han tenido los jugadores malaguistas, estos merecen un margen de confianza en los próximos encuentros.