LA BOTELLA, MEDIO LLENA

Duro revés para el Málaga. Si no tuviera bastante con no haber marcado un solo gol en los seis partidos disputados, de lo que se infiere que desconoce lo que es ganar, ahora se añade la lesión de Amrabat, el buque insignia de una flota que pierde naves cada año en las procelosas aguas de la Liga española. A las huestes de Javi Gracia les urge perforar la portería contraria. Y no es que el internacional marroquí, ahora de baja, tenga en el aspecto goleador una de sus cualidades, pero sí se puede afirmar que sus embestidas sirven para mermar las capacidades defensivas del rival. Hasta ahora, ningún compañero ha podido beneficiarse del juego vertical del holandés para inaugurar el casillero de goles del Málaga, ni siquiera él mismo, que el sábado tuvo una ocasión muy clara tras un sutil recorte en la poblada pradera del área. El disparo raso, que salió desviado por poco, pudo haber significado el gol de la victoria para su equipo.

Amrabat es el jugador más valioso de la cambiante plantilla malaguista. El menisco le ha jugado una mala pasada, para enojo de su entrenador. La ausencia del veloz atacante es un quebradero de cabeza para Gracia. Ya tenía el técnico el cuerpo hecho a la ausencia de su estandarte ante la Real, tras ver la tarjeta roja en el Santiago Bernabéu, pero lo que no esperaba el preparador pamplonés era una baja de dos meses. No obstante, seguro que el entrenador blanquiazul ya tiene varios 'planes B'. Cuestionado por esa baja tras el duelo contra el Madrid, fue tajante: «No veo conveniente estar recordando las ausencias». A Gracia le pasa como a un servidor, que ve (o lo intenta) la botella medio llena. No le queda más remedio en este inestable Málaga de nuestros desvelos.