Kameni se consagra en el Bernabéu

Kameni se consagró ayer en uno de los campos legendarios de la historia del fútbol. En el Santiago Bernabéu y con algunos de los mejores delanteros del mundo enfrente, el cancerbero africano ofreció un auténtico recital con paradas de todas las facturas: por alto, por bajo, a media altura y anticipándose a los adversarios. La autoridad con ribetes intimidatorios que el arquero demostró le dieron un valioso punto al Málaga, que incluso pudo ganar si ese disparo con la zurda de Amrabat tras un sutil recorte hubiera visto portería. Por tierra y por aire, la artillería del Real Madrid se vio frenada por Kameni, escoltado a la perfección por diez compañeros que interpretaron en el césped el partido que Javi Gracia se había imaginado.

A sus 31 años, el guardameta camerunés demostró por qué es titular indiscutible en la portería malaguista y por qué lleva más de una década destacando en un fútbol tan competitivo como el español. Con una decena de paradas de gran mérito y otras tantas intervenciones en las que demostró su solidez, Kameni salvó a su equipo de una goleada. Su dominio incontestable en la primera mitad al apresar el cuero en los numerosos balones que llegaron a sus dominios tuvo su colofón en la segunda parte, cuando, lejos de arredrarse ante las mil y una acometidas del equipo blanco, se creció y redondeó una actuación que ya está en los anales blanquiazules.

El Málaga sigue sin marcar después de seis partidos, pero ese dato queda en un segundo plano tras la exhibición táctica del equipo blanquiazul en el campo de un Madrid que era líder. Las huestes de Gracia minimizaron al conjunto entrenado por Rafa Benítez con una lección de lucha, solidaridad y confianza en sus posibilidades a pesar de sufrir la expulsión de Amrabat.