'ESPÍRITU BLANQUIAZUL'

Pocas veces se me ha hecho tan larga la Liga. Entre unos y otros, esta temporada han conseguido que a principios de mayo esté harto de fútbol. Quedan tres jornadas todavía (tres más de Segunda), más las semifinales de la Liga de Campeones y la final de Copa. Es el Málaga de mis entretelas el que me tiene desanimado. Ocho jornadas sin ganar (cinco derrotas y tres empates) son como para venirse abajo. Lo que se presentaba como una campaña ejemplar puede terminar como el rosario de la aurora. Ni el equipo se merece semejante final ni la afición tampoco. Los internautas me lo han preguntado por activa y por pasiva en el 'videochat' semanal de SUR.es: «¿Qué le pasa al Málaga?» Pues que le ha venido larga la temporada. El entrenador, Javi Gracia, se mostró desencantado en su comparecencia posterior al partido con el Elche. Confesó que no encuentra la fórmula para recuperar la senda del triunfo, y lanzó esta elocuente frase: «Me gustaría que la afición recibiera más recompensa de puntos, y lo siento mucho». Es normal que piense en la afición, sustento básico de un club modesto como el de La Rosaleda. Paradójicamente, el hecho de haber logrado la permanencia con tanta antelación ha sido perjudicial para el ambiente en el estadio de Martiricos. Si el equipo se estuviera jugando la salvación, la afluencia no habría sido de 18.000 espectadores el pasado domingo (muchos de los cuales abandonaron el campo cuando el Elche marcó el 0-2). A la salida, daba la impresión de que se había disputado un partido de Segunda. Ahora llegan dos encuentros fuera antes de cerrar la Liga en casa, nada menos que contra el Sevilla y fijado para el 23 de mayo. Ese día hay que recuperar el 'espíritu blanquiazul'.