Premio al tesón

Recibió Camacho ayer el premio al tesón. El centrocampista del Málaga debutó con la selección absoluta, tras haber sido uno de los pilares sobre los que construyeron algunos de sus últimos éxitos las selecciones inferiores. Debutante en Primera con el Atlético de Madrid a los 17 años, tuvo que dejar el equipo rojiblanco en busca de minutos. El espléndido Málaga del verano de 2011 le abrió las puertas. Luchó por el puesto, pero debió competir con una hornada de estrellas que no se lo pusieron fácil, pero de los que aprendió mucho. Y como no hay mal que por bien no venga, el desmantelamiento del Málaga de la Liga de Campeones le benefició al futbolista maño, que la pasada campaña se ganó a pulso un puesto en el equipo, consolidado en esta con tanta supremacía que hasta Del Bosque se ha acordado de él. De todas maneras, el mediocampista maño debió haber debutado el sábado contra Bielorrusia, pero el seleccionador le dio entrada en la segunda mitad a Bruno, al que había repescado por lesión de Cesc, en lugar de que fuera Camacho el sustituto de Busquets. Cosas de los entrenadores. No es el que era Del Bosque. La época de las vacas gordas de una selección que lo ha ganado todo pasó a la historia, y el entrenador salmantino tiene que afrontar daños colaterales otrora impensables. Eso lo lleva a no ser tan políticamente correcto como antes. Un ejemplo de esto fueron sus declaraciones posteriores al duelo con Bielorrusia. Isco había ofrecido una exhibición de clase pocas veces vista en la historia de La Roja, con un público entregado, pero el seleccionador le puso pegas al mágico juego del benalmadense. Ayer, el exmalaguista no destapó tanto el tarro de las esencias, aunque volviera a destacar de nuevo sobre los demás.