Fiesta y homenaje

Se lució el Málaga en una mañana festiva que contó con todos los ingredientes de una gran jornada futbolística. Incluso con uno que ninguno hubiéramos deseado: el emotivo minuto de silencio en memoria de Juan Cortés, periodista de SUR y exgerente del Málaga fallecido el pasado lunes. No pudo tener mejor homenaje el biógrafo del club de La Rosaleda, al que dedicó su vida.

A la hora del Ángelus subió el Málaga a los cielos futbolísticos con un juego excelso en un campo lleno. No decepcionó el equipo blanquiazul ante una hinchada entusiasta con multitud de niños en las gradas, no en vano se celebraba la segunda edición del Día de la Infancia. No hay otra forma mejor para reclutar a nuevos aficionados que bordando el fútbol y goleando al rival.

El detalle que habla a las claras de la intensidad que imprimió el Málaga a su juego fue que en el minuto 65, con 4-0 en el marcador y el rival grogui, presionó un saque de puerta del adversario con tres jugadores arriba y el resto del grupo en una actitud beligerante poco habitual a esas alturas de partido y en las condiciones favorables que indicaba el marcador para las filas locales. Mantuvieron las huestes de Gracia la misma concentración desde el principio, lo que hundió al Rayo, que vio cómo los goles se sucedían sin remedio.

El 3-0 con el que se llegó al descanso fue la consecuencia lógica de la superioridad del Málaga, que encadenó su tercera victoria, con una marca nada desdeñable de ocho goles en tres partidos. Ha vencido el conjunto de La Rosaleda de forma consecutiva a tres rivales que eran de su liga, pero que pueden dejar de serlo a poco que el joven plantel malaguista siga en la línea marcada en los últimos compromisos.

Ofreció el Málaga un compendio de virtudes que la afición supo valorar haciendo la ola durante la segunda parte. El equipo mostró una concentración a prueba de los entrenadores más exigentes, y practicó un fútbol total que recordó por momentos a los grandes equipos que han pasado a la historia. Con un dinamismo y una calidad en ataque dignos de los mejores conjuntos, a los que se añadió la firmeza de su zaga y la fuerza del centro del campo, el grupo entrenado por Gracia no tuvo fisuras, virtud que obligó al adversario a bajar los brazos, tan abrumadora fue la superioridad malaguista por segundo partido seguido.

Una de las mejores cualidades de este Málaga es la sabia mezcla de veteranía y juventud. La hornada de canteranos que apenas superan los 20 años (Samu Castillejo todavía no los ha cumplido) ha supuesto una bocanada de aire fresco en una plantilla que ha sufrido un doble desmantelamiento en sucesivos veranos. Pero la inagotable cantera malaguista no para de surtir de jugadores al primer equipo en cuanto se le presta un mínimo de atención. La última perla salida del vivero blanquiazul es Samu Castillejo, que ayer volvió locos a los rivales en una mañana en la que confirmó la alternativa. Pero con ser el fino atacante el jugador de moda, quien merece una loa sin mesura es Juanmi. Recuperado para el fútbol por Schuster el año pasado y devuelto por Gracia a su rol protagonista de otras temporadas, el delantero coineño es titular indiscutible con todas las de la ley. Ayer encontró el tesoro que más buscaba desde el comienzo de la campaña: el gol. Para reecontrarse con una suerte que él domina a la perfección pero que se le resistía, eligió un sutil toque por encima del portero tras un desmarque solo reservado a los jugadores de área. Otro que vuelve por sus fueros es Samu, que anotó su segundo gol seguido fruto de la mezcla de fuerza y clase que atesora.