Luciano Alonso, durante la presentación de la nueva ley que cambiará el sistema de los cursos de formación.
La Junta repite curso
Luciano Alonso tendrá que tragarse de nuevo el sapo de los cursos de formación, que cambiarán gracias a una buena ley / La Costa del Sol vive un gran verano turístico que invita al optimismo / El alcalde de Málaga y los portavoces de la oposición se toman vacaciones
Javier Recio
Domingo, 31 de agosto 2014, 13:28
Hay asignaturas que se le atragantan al mejor de los estudiantes, que no saben cómo quitárselas de en medio. A la Junta de Andalucía, con Susana Díaz a la cabeza, le está pasando lo mismo con los escándalos de los cursos de formación. El Gobierno andaluz sigue enredado en la maraña de los escándalos, pese a que todo parecía indicar que tras el 'caso ERE' ya se había quitado a la peor de sus pesadillas: la jueza Alaya. Pues no. No hay manera. La sombra del pasado sigue siendo muy alargada y eso que parecía que se había tocado techo con la petición de imputación de los dos expresidentes Chaves y Griñán. La sospecha de corrupción no ha acabado. Los nuevos casos 'Edu' y 'Ojeda' (nunca un exconsejero que nadie recordaba por su acción de gobierno se había hecho después tan popular) han vuelto a dar munición a los populares, que están llevando una política de desgaste contra la presidenta. No ha conseguido Díaz su gran objetivo de que en Andalucía se dejara de hablar de corrupción. Y la verdad es que no es para menos. Esta semana la Junta ha decidido dar la lista de empresas a las que se les permitió presentarse de nuevo a conseguir ayudas sin tener certificado que habían cumplido con los requisitos. Es verdad que es legal que se permita esto, pero también lo es que denota un descontrol absoluto por parte de la Administración. Es muy preocupante que hay un millar de empresas de las que no se sepa si han destinado el dinero público al fin por el que se lo dieron o si lo han desviado en plan choricete. Seguramente hicieron bien el trabajo, pero con los fondos públicos no valen las suposiciones, sino las certezas. Ademas, hay claros ejemplos de desvío de fondos. El que no le ve fondo tampoco al asunto es Luciano Alonso, consejero de Educación, que se ve que ha tenido mucho que aprender en estos meses para defenderse. Sus socios de IU le han abocado a dar la cara de nuevo para evitar que se la partan a su jefa, que sin duda debe de tenerlo en gran estima por la de quites que le está haciendo. La política es así. La verdad es que Alonso se está fajando en el tema e incluso ha presentado una buena ley para acabar, o al menos intentarlo, con el cachondeo que ha existido en torno a los cursos de formación. Se pondrá fin al monopolio de los sindicatos y la patronal para organizar estos programas, algo que sin duda permitirá a estas organizaciones ganar en independencia. Tendrán que centrarse de nuevo en la que es su función primordial: defender los intereses de trabajadores y empresarios, respectivamente, ante las administraciones, sin estar subsidiadas. También es positivo que se mire al sistema educativo, pues se pondrá al servicio de la formación los centros de FP. La inclusión de los mismos hasta ahora era difícil de entender. Hay que aprovechar todos estos recursos y evitar que surjan chiringuitos educativos para sacar una pasta gracias a las amistades del partido. La nueva ley impedirá que se otorguen cursos a empresas que sólo vivan de estos proyectos públicos. Se acabó lo que se daba. Que ha sido mucho. Demasiado. A ver si la Junta logra aprobar de una vez esta asignatura o si bien se le atraganta tanto que tiene que ir al examen de recuperación más importante: las urnas.
Turismo. Optimismo por un gran verano
Y la recuperación económica es el gran sueño de los ciudadanos. Este verano cuya temporada alta está a punto de acabar invita al optimismo en la Costa del Sol. Se han batidos todos los récords de ocupación, ha subido el gasto por turista, se ha notado un aumento importante del turismo de lujo con alto trasiego de aviones privados y por volver han vuelto hasta las caravanas a las carreteras de la Costa del Sol, que tradicionalmente es una zona donde se nota antes la crisis y donde también se sale antes de la misma. Ojalá se cumpla esta premisa y siga disminuyendo el número de parados que hay en Málaga, que sigue siendo muy elevado.
Vacaciones. Sin novedad en la casona
Esta semana que termina ha sido especialmente tranquila en la Casona del Parque, ya que tanto el alcalde como los portavoces de la oposición se han tomado vacaciones. Que también tienen derecho. Y más si se tiene en cuenta el curso político que se les presenta, con unas elecciones municipales en el mes de mayo. Que nadie dude de que vienen días muy ajetreados.
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