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Un triunfo épico

Juan Antonio Morgado

Domingo, 24 de agosto 2014, 17:59

Tuvo que echar mano de la épica el Málaga para resolver un partido en el que mereció la victoria. Fue el triunfo de la juventud y de la calidad, pues el equipo blanquiazul debutó en esta tempranera Liga con una remozada alineación respecto a la pasada campaña. Ni la irresponsabilidad de Duda, que entró al trapo de la provocación del engreído y sobrevalorado Muniain y dejó al equipo con diez en el minuto 88 desmán al que se unió Antunes cuatro minutos después evitó el triunfo de los hombres entrenados por Javi Gracia, superiores a sus adversarios en una tarde de sofocante calor en La Rosaleda. Con nueve jugadores por las citadas expulsiones, el Málaga sufrió el acoso de un Athletic con más corazón que cabeza, pero supo zanjar el duelo con éxito.

Rayó a gran altura el conjunto local, a pesar de que en la alineación de ayer solo había tres jugadores que repetían con respecto al partido inaugural de la temporada anterior (Antunes, Sergi Darder y Santa Cruz), y cuatro respecto al que cerró el curso (Camacho, Weligton, Antunes y Sergi Darder). No acusó el equipo la falta de conjunción que se le supone a un grupo con muchas incorporaciones, lo que habla muy bien tanto de los futbolistas como del entrenador, también de estreno. Tanto Luis Alberto como Horta y Rosales estuvieron a gran altura en su debut en el campo de Martiricos.

Con todo, uno de los mejores del equipo fue Kameni, titular de forma sorprendente. El camerunés, al que el club quería vender a toda costa por su alta ficha, no acusó en absoluto la falta de partidos por la suplencia de las dos últimas temporadas a la sombra de Caballero. Cuando se esperaba el debut de Ochoa en partido oficial, Gracia echó mano del cancerbero africano, que seguirá en el club cuatro años más. El Málaga ha realizado un gran fichaje de última hora. Kameni mantuvo su portería a cero gracias a su poderío en las salidas y a las tablas de que hizo gala, no en vano lleva once temporadas en la Liga española.

Aunque alguien puede hablar de lo contrario, el conjunto de Martiricos no se hizo con el triunfo de penalti, porque Luis Alberto marró el lanzamiento de la pena máxima (Iraizoz se movió bastante y se adelantó), pero el atacante acertó a remachar el balón repelido por el portero visitante.

Como siempre que pita Mateu Lahoz, el árbitro valenciano se gana un párrafo en este artículo semanal. Sigue dejando jugar más de la cuenta y en su afán por ignorar algunos lances, es injusto con determinados jugadores y sus equipos. Eso sucedió con Horta, que recibió un manotazo que hizo brotar la sangre de su nariz. El colegiado valenciano no pitó ni falta, pero el jugador tuvo que ser atendido y debió salir del campo y cambiarse de camiseta. Sí acertó Mateu en la expulsión de Duda. Resulta incomprensible que un jugador de la veteranía del portugués cayera en la provocación del pendenciero Muniain, que ya se encaró con Weligton minutos antes.

El Málaga tiene buena pinta, sobre todo porque ayer no acusó la juventud y falta de experiencia en la Liga de las estrellas de algunos de sus hombres. Aunque los gitanos no quieren a los hijos con buenos principios, empezar con victoria en esta competición tan complicada es muy importante. Gracia parece tener las cosas claras. Incluso en los detalles más nimios. Hubo uno que a la mayoría de los aficionados se le escapó porque estaban pendientes de Luis Alberto frente al balón en el punto de penalti, pero que este periodista percibió: el entrenador malaguista no vio el gol de su debut en el Málaga. Se volvió de espaldas. La celebración del público le permitió saber lo que había pasado.

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